La comunidad internacional se ha movilizado en la ayuda de los afectados por el devastador terremoto en Turquía y Siria. Mientras desde Europa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señalaba que la UE ha movilizado 1.651 rescatistas y 106 perros entrenados para la búsqueda de desaparecidos, en las últimas horas, sobre el terreno, efectivos del contingente español trabajan sin pausa en el reparto de 80 toneladas de ayuda humanitaria.
Junto a ellos, hoy comienza a funcionar el hospital de campaña START, el cual ha montado al Unidad Militar de Emergencias (UME) con 82 profesionales para atender a los heridos. Mientras, especialistas en búsqueda y rescate siguen en busca del milagro: hallar signos de vida entre los escombros tras una semana desde el seísmo. Las probabilidades son muy escasas, pero casos como el de Sibel Kaya, una mujer de 40 años rescatada recientemente con vida tras permanecer 170 horas sepultada bajo las escombros, impulsan la necesidad de seguir buscando.
Más allá, no solo los organismos internacionales están contribuyendo en esta lucha contra las devastadoras consecuencias del terremoto y la destrucción provocada. Sin ser ajenos a la tragedia, también muchos ciudadanos anónimos han decidido actuar para ayudar. Es el caso de un individuo de origen paquistaní residente en Estados Unidos, a quien el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, ha querido homenajear públicamente por su “acto de filantropía” con el pueblo turco.
“Profundamente conmovido por el ejemplo de un paquistaní anónimo que entró en la embajada turca en Estados Unidos y donó 30 millones de dólares para las víctimas del terremoto en Turquía y Siria. Estos son actos de filantropía tan gloriosos que permiten a la humanidad triunfar sobre las probabilidades aparentemente insuperables”, escribía Sharif a través de Twitter, donde desveló la historia de esta donación anónima.
Mientras tanto, la situación sigue siendo límite. Todavía miles de personas permanecen desaparecidas y las cifras de víctimas mortales, una semana después, siguen creciendo. Según el último balance, son ya más de 36.000 los fallecidos por el terremoto. De ellos, más 31.600 son en territorio turco, mientras la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, contabiliza más de 158.000 heridos.
Tras el primer terremoto, además, se registraron más de 2.700 réplicas que han hecho estremecerse todavía más a la población.
En el terreno, más de 35.000 trabajadores trabajan en las labores de búsqueda y rescate, incluidos 9.700 llegados desde otros países.
Las autoridades turcas crearon un puente aéreo para el traslado de personal y materiales a la región, mientras que 26 barcos han sido asignados a la región para tareas de apoyo, traslado de personal y material y evacuación de heridos.
Por otra parte, a las provincias damnificadas han sido enviadas más de 200.000 tiendas de campaña y dos millones de mantas para dar apoyo a los afectados. A la zona han llegado también 334 cocinas móviles y otros sistemas de apoyo para dar alimentos a los damnificados.