Qué Volodímir Zelenski era un líder atípico quedó claro desde el principio. Actor y humorista, su única experiencia en política hasta que arrasó en las elecciones de 2019 se limitaba a sus tres temporadas interpretando a un presidente en la televisión de Ucrania. Desde hace casi un año, interpreta el papel más difícil de su vida: enfrentar y resistir la invasión de Rusia. Y para ello cuenta con el apoyo clave de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
Mes y medio después de viajar a Washington, Zelenski ha realizado una gira europea de apenas 48 horas. Era la segunda vez que salía de su país desde que estalló la guerra. Su objetivo: reclamar más ayuda militar, armas de largo alcance y aviones de combate. "Necesitamos esas armas para sobrevivir", urgió el dirigente ucraniano. Discursos aparte, tanto en Londres, como en París o Bruselas, ha sido aclamado como un héroe. Todos sucumben al fenómeno Zelenski, todos quieren saludarle, abrazarle o fotografiarse con él.
Pero, ¿por qué admiramos a Zelenski?, se preguntaba hace unos meses Bret Stephens, columnista de The New York Times. Y en su opinión, por muchas razones. "Fue un actor que usó su celebridad para convertirse en estadista. La política occidental está invadida por personas que actúan como estadistas para finalmente convertirse en celebridades". "Admiramos a Zelenski por a quién y a qué se enfrenta, porque lucha, porque su liderazgo ha hecho de Joe Biden un mejor presidente, a Alemania un mejor país y a la OTAN una mejor alianza", añadía.
La anécdota de su visita relámpago a Londres el miércoles no estuvo ni en Buckingham Palace, donde el rey Carlos III recibió a Zelenski con su habitual vestimenta militar, ni durante su discurso a los diputados y lores en el Parlamento británico. Ocurrió durante la rueda de prensa con el primer ministro británico, Rishi Sunak. En el turno de preguntas, la periodista ucraniana de la BBC, Natalia Goncharova, le dijo emocionada: "Realmente me gustaría abrazarle, pero no lo tengo permitido".
Zelenski, como buen maestro de la escena, dejó su atril y caminó hacia la periodista y la abrazó, ante un Sunak que reía a carcajadas. "Fue increíble", aseguró Goncharova a The Sydney Morning Herald, que votó a Zelenski en las presidenciales de 2019. De él destaca "su empatía", la razón, asegura, por la que sus críticos le descartaron por ser demasiado débil para ser un líder. "Él no es un político, pero finalmente resultó ser la persona más fuerte del mundo", añade la periodista.
El dirigente ucraniano voló después a París para encontrarse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, quienes reafirmaron su apoyo a Ucrania "mientras sea necesario" en este encuentro a tres. Ya el jueves en Bruselas, ofreció un discurso en el Parlamento Europeo, antes de asistir al Consejo Europeo, donde ha sido ovacionado y aplaudido en cada esquina. Después el rey Felipe de Bélgica también sucumbió al fenómeno Zelenski y le recibió en el Palacio Real de Bruselas.
"Para Ucrania, Europa es el camino a casa. Estoy aquí para defender el camino a casa de todos los ucranianos, de todas las edades, estatus social y convicciones religiosas", aseguró. Tras haber obtenido el estatus de país candidato, Zelenski insistió en su voluntad de iniciar las negociaciones de adhesión este año. Insistió además en que para preservar "el modo de vida europeo" y defender a su país, necesita aviones de combate y armas de largo alcance. Unas decisiones que le han recordado son soberanas de cada país.
El presidente Pedro Sánchez, a su regreso, señaló que España "estudiará" las peticiones planteadas por Ucrania. "Finalizamos un Consejo Europeo que ha contado con la presencia del presidente Zelenski como muestra del apoyo unánime de la UE a Ucrania", indicó en su cuenta de Twitter, en la que no faltó el vídeo del momento apretón de manos con el dirigente ucraniano.
Una gira relámpago por Europa que ya tuvo respuesta desde Rusia este viernes, con una nueva oleada de misiles contra las infraestructuras eléctricas de Ucrania. Las tropas del Kremlin han recrudecido en su ofensiva en los frentes del este y el sur y elevan sus advertencias a Occidente, al que ha acusado de acercarse a una guerra directa con Rusia, a punto de cumplirse el primer aniversario de la invasión ucraniana.