Marta Emilia Altamirano, Paty, tenía solo 20 años cuando perdió la vida. La joven, amante la poesía y la montaña, se resbaló cuando hacía senderismo en el cerro Mercedario, en San Juan, Argentina en 1981. 42 años después, su cuerpo ha sido recuperado. “Ya está, puede descansar en paz”, expresa su hermana Corina, que presenció el accidente, al diario de 'La Gaceta' de Argentina.
El martes 24 de enero de 2023, un grupo de montañeros encontró el cuerpo de Paty a 5 500 metros de altura tras romperse la masa de hielo en la que permanecía en el cerro Mercedario, en San Juan. El hallazgo desencadenó un un operativo en el que intervino la Policía provincial, la Gendarmería Nacional, la Fiscalía de la zona, Criminalística y el Grupo Geras, y que finalizó con el rescate de un cadáver a falta de identificar.
Días después, los familiares de Paty acudieron al Laboratorio y Morgue Judicial de San Juan, donde les mostraron las prendas que llevaba la joven cuando sufrió el accidente. A pesar del estado de deterioro, reconocieron todas, incluyendo un escapulario que Paty llevaba.
Cuando “nos empezaron a mostrar todo, supe que era ella”, cuenta Corina, agradecida del trabajo realizado por el equipo de rescate.
No obstante, para terminar de confirmar la identidad del cuerpo, se ha tomado una muestra de ADN al padre de la joven y a sus hermanos para “corroborar con mayor fuerza y reafirmar que es ella”.
Con el resultado de esta última prueba, la familia podrá dar el último adiós a la joven. Planean incinerarla en Tucumán, donde la despedirán sus padres y amigos, y llevar las cenizas al cerro.
El accidente de Paty se remonta a marzo de 1981, cuando emprendió una expedición con su hermana Corina y su novio, el alpinista Sergio Bossini, según el mismo diario. Llevaban dos años preparándose para ello y, cuatro días después de iniciar la excursión, empezaron el ascenso al cerro.
Esa noche, acamparon a los pies de un glaciar a 4300 metros de altura para retomar desde allí la expedición al día siguiente, pero ‘Paty’ fue a inspeccionar la zona y, en un momento determinado, resbaló y “se deslizó cientos de metros abajo” por una grieta del glaciar.
Su hermana y su novio la buscaron, pero por falta de luz tuvieron que esperar hasta el amanecer, cuando la encontraron muerta. Entonces, debido a lo agreste del sitio, no recuperaron el cuerpo. Ambos volvieron a intentarlo en dos ocasiones sin éxito, hasta ahora, cuando por fin podrán darle el último adiós.