A dos días de empezar el año, la fatal noticia de un accidente en un aeropuerto de Estados Unidos conmocionaba a los trabajadores de dicha terminal. Una de sus compañeras, una azafata de pista, moría engullida por la turbina del motor de un avión. El fatal suceso, se producía el día posterío a Año Nuevo en el Aeropuerto Regional de Montgomery, también conocido como el Campo Dannelly, en Alabama (EEUU). La víctima ha sido identificada como Courtney Edwards, madre de tres hijos y cuya familia inició una campaña de crowdfunding para poder pagar su funeral. En un principio, la investigación apuntaba a que el fatal desenlace se producía por un accidente mientras el equipo de tierra, del que formaba parte la fallecida, manipulaba el equipaje del avión que le acabó costando la vida.
Ahora, la investigación a desmembrado todo lo que ocurrió aquel fatídico 2 de enero en el aeropuerto de Alabama para que la mujer, de 34 años acabase engullida por el motor de un avión Embraer E175 entorno a las tres de la tarde, según confirmó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), quien además fue la encargada de certificar su fallecimiento. La azafata de la aerolínea Piedmont, según señala la investigación llevada a cabo por la Junta Nacional de seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), no actuó como le pedían sus superiores, ignorando además las continuadas advertencias de peligro que le estaban adelantando el personal del avión.
Estos, le informaba que los motores de la aeronave seguían estando en funcionamiento para cumplir con el protocolo de enfriamiento posterior al despegue, alertando del posible fatal desenlace que podía acontecer y que se aconteció. Tras recopilar toda la información que describe lo sucedido en el accidente con todo tipo de detalles, ahora, la NTSB continúa con su investigación para determinar por qué la trabajadora no hizo caso a las continuadas advertencias lanzadas por gran parte de sus compañeros.
Así mismo, la investigación también está esforzándose en esclarecer todo lo que ocurrió en el interior de la aeronave, desde que los pilotos se percataron de que algo había ocurrido en el motor: "inmediatamente después vio que se encendía una luz de advertencia y el avión se sacudió violentamente, seguido del apagado automático inmediato del motor número uno", señalan los investigadores del caso de la NTSB, según recoge el diario ABC.