Industria del automóvil, innovación, start-ups, acuerdos sobre el espacio y microempresas. Pero sobre todo energía. Seis meses después de la visita de Mario Draghi el pasado mes de abril, que derivó en la firma de varios acuerdos en julio de 2022, y que convirtió a Argelia en el primer proveedor de gas en Italia. Ahora, la primera ministra Giorgia Meloni, acaba de viajar a Argel para su primera misión oficial en el país norteafricano. Las buenas relaciones comerciales entre ambos países son históricas, están garantizadas, pero con la guerra de Ucrania se han reforzado ulteriormente y ante la debilidad en las relaciones con otros vecinos, como España, Italia se posiciona como uno de los interlocutores más interesantes para Argelia y Giorgia Meloni no piensa dejar escapar esta oportunidad. Ya en la última visita del ex primer ministro, antes de la caída del Gobierno, se había perfilado la posibilidad de que el país transalpino se convirtiese también en una vía, un puente, de entrada de gas desde el norte de África a Europa. Lanzar en conjunto un gasoducto aprovechando la posisición estratétiga en el Mediterráneo de Italia.
Es precisamente desde ahí desde donde ha partido Giorgia Meloni en la rueda de prensa posterior al encuentro con el primer ministro argelino, Aimen Benabderragmane. “El Mediterráneo nos une y es crucial y estratégico”, dijo. El foco central es el gas, sobre todo tras los meses precedentes donde Argelia ha reforzado su papel de proveedor internacional. La exportación de hidrocarburos es fundamental para el país magrebí, supone aproximadamente un 40% de los ingresos totales del país, porcentaje que podría incrementarse ante el constante aumento de demanda internacional. En diciembre el declaró el compromiso adquirido con Roma de aumentar el suministro de gas de los 20 mil millones dpresidente argelino Abdelmadjid Tebbounee metros cúbicos actuales "hasta al menos 35.000 millones de metros cúbicos".
Estos datos se entienden más fácilmente en números totales: tras el inicio de la guerra y el stop en las provisiones de gas ruso, Argelia se ha convertido en un proveedor de energía aún más importante para Italia. En 2022 fue, así, el principal vendedor, representando el 34% de las importaciones totales de gas. En cambio, el gas ruso se redujo al 16%. Tras esta visita, en la que junto a la premier se encontraba el administrador delegado de la principal petrolera italiana, ENI, Claudio Descalzi, se unen nuevos acuerdos sobre provisión de gas y también sobre transición ecológica. Así, este año, según el propio Descalzi, el país satisfará el 38% de las necesidades de Italia, igualando el volumen de suministro ruso de gas antes del conflicto. Territorio conocido, Argelia, para ENI que lleva décadas desarrollando infraestructura y negocios en el país norteafricano. Italia, en definitiva, no es solo comprador, es una empresa históricamente afincada en el país.
Todos estos acuerdos, con el tema energético en el centro, preparan el escenario perfecto para la principal estrategia a largo plazo en la que Italia lleva meses pensando: ser un puente energético para el resto de Europa. “No es casualidad que sea la primera misión bilateral en el norte de África, demostrando hasta qué punto Argelia es un socio fiable de absoluta importancia estratégica para Italia”, dijo en rueda de prensa tras encontrarse, en la segunda jornada en el país con el presidente Abdelmadjid Tebboune. "Hoy, Argelia es nuestro principal proveedor de gas. Eni y su homóloga argelina han firmado dos acuerdos, uno para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo tanto, para el desarrollo sostenible, y el otro para lograr un aumento en las exportaciones de gas de Argelia a Italia y a la UE, la construcción de un nuevo gasoducto de hidrógeno, la posibilidad de hacer gas licuado, en definitiva, un mecanismo de mix energético que identificamos como una posible solución a la crisis”, explicó la premier italiana que pretende así matar dos pájaros de un tiro: posicionarse a nivel europeo y colaborar de la crisis de gas en los mercados.
Un proyecto sobre el que, a propósito, Descalzi apuntaba: "Italia está en buena forma, pero para que se convierta en un puente energético que conecte el Mediterráneo con el norte de Europa, es necesario tener una sobreabundancia de energía y una mejora de las infraestructuras". Lo que no se ha confirmado es cómo se llevará a cabo una infraestructura de ese nivel y lo que parece es que, a pesar de la sintonía de los dos países, es aún pronto para un anuncio de esa envergadura, conociendo, además, los tiempos de la burocracia italiana en este tipo de proyectos. Además, deberá superar la oferta que otros países europeos, en situaciones privilegiadas como la italiana, puedan ofrecer a Argelia.
La idea de Meloni no se limita al gas argelino, sino que tiene en cuenta la materia prima de otros países africanos como Libia, Egipto y Mozambique, pero también Israel o Azerbaiyán. Al proyecto le ha llamado "Plan Mattei", basado en una mayor colaboración entre a través del Mediterráneo y que coge el nombre del que fue el creador de ENI, Enrico Mattei. Además del gran anuncio del gasoducto en el horizonte italiano, Meloni ha querido dejar claro que los temas con Argelia son muchos. El Gobierno -añadió- "pretende reforzar la colaboración con Argelia en otros campos, fortalecerla en los campos energético, político y cultural". En el centro de la conversación entre Meloni y Tebboune, también "la estabilización de Libia" y Mali. El presidente Tebboune coincidía en sus palabras con Meloni y confirmaba: "Necesitamos todo lo posible para hacer frente a una situación geopolítica difícil construyendo puentes tanto como sea posible y el que une Italia con Argel es un puente extraordinario que puede ser útil para toda Europa". Un “Plan Mattei” que Meloni ve también desde el punto de vista migratorio con una colaboración con los países africanos que pretenda su objetivo último: frenar la llegada de migrantes a las costas italianas.