El Gobierno de Alemania ha aprobado el envío de tanques Leopard a las Fuerzas Armadas de Ucrania, que se emplearán en la guerra frente a Rusia, y ha dado también 'luz verde' a que terceros países propietarios de estos carros de combate hagan lo propio, según fuentes locales. Tras varias semanas de presiones a Berlín por parte de potencias occidentales, especialmente Polonia y los países bálticos, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha dado acceso a suministrar estos carros de combate a Kiev, aunque por el momento no hay confirmación oficial del Ejecutivo germano.
Este ha sido de hecho uno de los principales asuntos tratados durante la última reunión del Grupo de Contacto para Ucrania en la base militar alemana de Ramstein. Sin embargo, aquella cumbre se saldó sin acuerdo. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha sido una de las principales voces que ha urgido a Alemania a permitir al menos que terceros países destinaran a Ucrania estos carros de combate, de fabricación alemana y sobre los que Berlín tiene derecho a vetar su exportación.
En su constante presión sobre las autoridades germanas, Zelenski ha llegado a asegurar que esta indecisión de Berlín estaba costando vidas humanas, pues el Ejército ucraniano requiere de los tanques Leopard para hacer frente a las ofensivas rusas. Scholz, por su parte, había argumentado la necesidad de un acuerdo a nivel global con los miembros de la Alianza Atlántica y, especialmente, con Estados Unidos.
La Administración de Joe Biden, hasta la fecha, no ha enviado tampoco sus principales carros de combate a Ucrania. La situación podría haberse desencallado este martes después de que Washington haya dado marcha atrás a su negativa y se haya abierto a enviar a Kiev sus tanques Abrams, según ha adelantado el diario estadounidense 'The Wall Street Journal'. Todo mientras la guerra se recrudece.