Cheryl Pickles y Andrew Hadwin, ingleses, han sido condenados por múltiples cargos de abuso infantil contra sus hijos. No les daban de comer y los niños se alimentaban de la basura, los encerraban en armarios y les bañaban en agua hirviendo.
La pareja ha sido condenada tras un dilatado proceso judicial por cargos de abuso infantil por un jurado popular en el Tribunal de la Corona de Teesside, Inglaterra. Él, además, suma la condena por un cargo de violación a un niño, según informa la BBC.
Durante el juicio, que ha durado siete semanas, el jurado ha escuchado las barbaridades que Cheryl Pickles, de 35 años, y Andrew Hadwin, de 39, les hacían a sus hijos, como colgarle de un puente en plena autopsita.
Se negaban a darle comida y los niños tenían que caminar seis kilómetros hasta un supermercado para rebuscar entre la basura. Los encerraban en los armarios y los bañaban con agua hirviendo.
Los padres lo han negado todo en el juicio, que ha contado con más de 150 testigos, y han falsificado cartas supuestamente escritas por los menores en las que negaban los abusos.
Fue en 2018 cuando uno de los menores confesó su situación a un adulto de confianza y fue entonces cuando la policía de Durham inició la investigación.
La detective Constable Kat Pudney, de la Unidad de Protección de la Policía de Durham, se ha referido al caso: "Esta fue una investigación extremadamente compleja y angustiosa para todos los involucrados, nunca me había encontrado algo así durante mi tiempo como oficial de policía. Hadwin y Pickles sometieron a varios niños vulnerables a múltiples formas de abuso, robándoles su infancia y, sin duda, dejándolos con heridas psicológicas de las que quizás nunca se recuperen realmente.
Tras ser condenados por cargos de abusos infantil por el jurado, se espera que la próxima primavera el Tribunal dicte la sentencia.