La Asamblea Nacional francesa (Cámara baja) ha dado el visto bueno recientemente a un proyecto de ley para endurecer las normas contra las ocupaciones de viviendas, aumentando las penas de prisión de uno a tres años y las multas de 15.000 a 45.000 euros. En España, los okupas utilizan ahora la denominada como 'técnica de la pizza' para evitar un desahucio exprés. Además, el PSOE propuso agilizar los desalojos en un plazo máximo de 48 horas.
La medida en el país vecino, una iniciativa que partía del bloque parlamentario de la mayoría simple presidencial, quedó aprobada en primera lectura con 40 votos a favor y 13 en contra, gracias al respaldo de los diputados del grupo conservador Los Republicanos y de la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen. El texto, titulado 'Protección de las viviendas contra la ocupación ilícita', será sometido ahora a tramitación en el Senado.
La nueva normativa facilita a los dueños las acciones judiciales contra los ocupantes ilegales y los inquilinos que no pagan sus alquileres (un problema que afecta a unos 288.000 hogares, según la Caja Nacional de Subsidios Familiares, pero que podría crecer por la subida de la inflación), en sustitución de la formulación anterior, que tenía como referente central la protección de la privacidad.
El diputado Guillaume Kasbarian, principal impulsor de esta propuesta, subrayó durante los debates en la Asamblea Nacional que la normativa protege a los pequeños propietarios que no "nadan en oro".
A los cambios se oponían fuerzas de izquierda como La Francia Insumisa (LFI), a las que el oficialismo reprocha querer "proteger a los okupas". Para las fuerzas progresistas, esta proposición de ley es contraria al derecho a la vivienda, especialmente en un contexto de mercado inmobiliario ya complicado, y llevará a un aumento de las personas sin techo.
Con su redactado, las multas y penas contra quienes ocupan de forma ilícita una vivienda se triplican y llegarían a un máximo de tres años de cárcel y 45.000 euros de sanción. La normativa también endurecerá las penas contra los delincuentes que alquilan ilegalmente a okupas las casas de otras personas.