Un misil del Ejército de Rusia ha causado al menos dos muertes en un mercado de Járkov, segunda mayor ciudad de Ucrania. Las víctimas, civiles inocentes, fallecieron cuando simplemente iban a realizar sus compras. Asimismo, los servicios de emergencias han tratado de evacuar 'in situ' a más de media docena de heridos, entre ellos una niña de 10 años.
Los objetivos civiles siguen en el punto de mira de la ofensiva del Kremlin. Es el horror de la guerra con toda su crudeza. Un suceso que diluye definitivamente las escasas esperanzas que pudo alentar el fallido alto el fuego que supuestamente iba a decretar el presidente de Rusia, Vladímir Putin. El propio líder ucraniano, Volodímir Zelenski, ya lo advirtió: se trataba de una maniobra de losinvasores para ganar tiempo, rearmarse y atacar con más fuerza.
En el frente de guerra siguen muriendo soldados de ambos bandos. Los combates se dan en múltiples puntos del país. En unas imágenes captadas por drones de las fuerzas ucranianas se muestran decenas de cuerpos de las tropas rusas que se están acumulando en la entrada a la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk. El número de bajas, que no para de crecer, parece no importarle al Kremlin, que pretende hacerse con esta localidad cueste lo que cueste.