La biografía del príncipe Harry, una obra que verá luz el próximo martes y que se titula 'En la sombra' -'Spare' en inglés-, va camino de convertirse en el nuevo escándalo de la familia real británica, especialmente por revelar que había matado a 25 talibanes. Una alusión del hijo del rey Carlos III de Inglaterra que este viernes ha generado una catarata de reacciones dentro y fuera país. Las críticas le han llovido al duque de Sussex.
Ha habido críticas de todo tipo. Por ejemplo, de militares que consideran que sus palabras manchan la reputación del Ejército del Reino Unido. Curiosamente le ha contestado también un líder talibán, que ha dicho que los hombres que mató en Afganistán no eran "piezas de ajedrez", eran hombres, seres humanos, cuyas familias esperaban su regreso en sus casas.
En lo que todos están de acuerdo es en que el príncipe Harry, o no tiene nadie a su lado que le haga preguntarse '¿es esto una buena idea, no lo es?, o hay alguien que sí le está aconsejando pero de una forma nefasta. Los detalles que da al hablar sobre su paso por Afganistán son un error para los expertos en seguridad nacional, que han analizado sus palabras.
Son declaraciones que podrían motivar a atentar contra su propia vida o contra la vida de cualquier militar británico en cualquier parte del mundo, ha dicho su jefe militar en aquellos años. El profundo malestar tiene que ver también con la manera de referirse a los talibanes. "25 piezas de ajedrez eliminadas del tablero", escribe Harry en sus memorias.
"Nunca un militar británico se debe referir con esa falta de respeto al enemigo caído. Está mal", ha apuntado quien fuera su comandante. Nadie entiende tampoco sus dardos contra los actuales reyes. En un momento de enorme popularidad, Camila ha tenido que leer que Harry se jacta de haberse referido a ella como "madrastra malvada". Y no solo eso, el duque de Sussex también revela otras cuestiones personales, como el consumo de drogas, como la cocaína o la marihuana, cuando era adolescente. La biografía dará que hablar.