La Fiscalía de Francia ha abierto una investigación tras el macabro hallazgo de los cadáveres de dos bebés, que podrían llevar muertos muchos meses, en el apartamento de una familia en la localidad de Rumilly, en el departamento de Alta Saboya (este). La fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathis, que tiene previsto comparecer públicamente este viernes, en un primer momento se ha limitado a confirmar la activación de esa investigación con carácter preliminar. Fue el diario Le Dauphiné Liberé, el que reveló el macabro hallazgo de los dos cuerpos.
La mujer, de 35 años residente en Rumilly, llamó a las autoridades policiales para informar que iba a suicidarse y que en su casa tenía los cadáveres de dos recién nacidos. Cuando los agentes llegaron al lugar y entraron a la vivienda descubrieron que lo que había relatado la mujer era cierto. Los gendarmes fueron avisados por la madre de familia, que luego fue hospitalizada. Aún no ha podido declarar por su estado psicológico.
Los cadáveres, uno de los cuales estaba en una maleta, se encontraban en un estado avanzado de descomposición, por lo que se estima que su muerte podría haberse producido incluso hace más de un año. En la vivienda en la que se dio el macabro hallazgo vivía desde hace tres años una pareja y dos niños.
La consternación es mayor en Francia si se tiene en cuenta que el pasado mes de diciembre se hallaron los cuerpos de dos bebés en el congelador de un domicilio en Beidón. los cadáveres se hallaron gracias a la llamada de una persona a la gendarmería. La sospechosa es una mujer de 41 años que reside en esta localidad situada a los pies del Mont Ventoux. Según informaciones del diario galo 'La Provence', una hija de la detenida ha señalado que su madre había dado a luz hacía 13 años a un bebé ella sola. La mujer vivía con tres hijos en la vivienda donde se encontraron los bebés.