Damar Hamlin, el 'safety' de los Buffalo Bills de la NFL que sufrió un paro cardíaco en mitad de un partido el lunes, continúa hospitalizado en estado crítico en Cincinnati. El joven de 24 años permanece sedado con respiración artificial para que "sus pulmones vuelvan a tener toda su fuerza". Los médicos están trabajando para que respire por sí solo, según ha explicado Dorrian Glenn, su tío.
Hamlin se desvaneció sobre el terreno de juego durante el primer cuarto del encuentro que disputaba su equipo ante los Cincinnati Bengals en el tradicional Monday Night Football. Según los informes, al deportista se le paró el corazón dos veces: "Lo resucitaron en el campo y luego lo resucitaron una segunda vez cuando lo llevaron al hospital", ha destacado este miércoles Glenn, recoge 'ABC7'.
Tras realizar una tacleada contra el 'wide receiver' del conjunto rival, Tee Higgins, Hamlin cayó desplomado por el golpe. El partido quedó suspendido de forma inmediata, mientras sus compañeros se unían en una piña entre lágrimas y gestos de llevarse las manos a la cabeza. El personal médico realizó al jugador maniobras de reanimación cardiopulmonar para estabilizarle y fue trasladado al hospital.
Después de muchas horas de incertidumbre, los sanitarios están viendo señales prometedoras: aseguran que sigue progresando y respondiendo de buena manera. Glenn ha indicado que su sobrino también había sido colocado "boca abajo" en el hospital para ayudar a la circulación de la sangre en sus pulmones. El tío del jugador estaba viendo el partido junto al hermano pequeño de Hamlin y al principio creyeron que el golpe no era preocupante. Sin embargo, al suspenderse el encuentro, se desplazaron de inmediato al hospital en coche. Desde entonces acompañan a su ser querido.