Estados Unidos, se unirá a Italia y Japón, y pedirá a los pasajeros provenientes de China un test negativo de COVID-19 o una prueba de antígenos ante la ola de coronavirus que sufre el país asiático con un preocupante aumento de contagios.
A partir del 5 de enero los pasajeros procedentes de China, Hong Kong y Macao que vuelen directamente a Estados Unidos o desde terceros países, incluidos Seúl, Toronto y Vancouver, tendrán que presentar un documento médico que valide su estado de salud, según ha informado la cadena CNN.
"Las pruebas previas a la salida y el requisito de mostrar un resultado negativo disminuyen la cantidad de pasajeros infectados que embarcan en los aviones y ayudarán a frenar la propagación del virus a medida que trabajamos para identificar y comprender las posibles variantes que puedan surgir", ha expresado un responsable del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, Henry Walke.
Las autoridades federales de salud de Estados Unidos, han explicado la medida, que ya ha sido notificada con antelación a las aerolíneas por la falta de transparencia en los positivos y en las cadenas de transmisión en China, según ha informado la cadena NBC.
Otros países, como Italia y Japón o Malasia, ya han comenzado a exigen test de COVID-19 a ciudadanos chinos para ingresar en sus territorios. De hecho, el Ministerio de Sanidad italiano someterá a un test a todos los pasajeros que lleguen de China.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido al Gobierno chino que tome "las medidas adecuadas para proteger a los franceses" tanto a nivel nacional como europeo ante el aumento de positivos en el país, según ha informado France Info.
La Administración de Xi Jinping anunció este lunes que a partir del próximo 8 de enero reabrirá sus fronteras y eliminará la necesidad de cuarentena en un nuevo paso en la relajación de las restricciones.
China fue el país donde se detectó por primera vez la COVID-19 y hasta el momento ha confirmado oficialmente 4,4 millones de casos y 16.764 muertes.
En el último mes, las autoridades sanitarias chinas han informado de 815.995 casos y 787 muertes relacionadas con la enfermedad.