En Estados Unidos encaran una Navidad de auténtica pesadilla por culpa de la tormenta polar Elliot, la más potente en décadas, que está barriendo el país de costa a costa dejando temperaturas gélidas y de auténtico récord. De hecho, en algunos puntos se han llegado a alcanzar los 50 grados bajo cero.
El tremendo frío, la nieve y el viento es lo que están padeciendo sobre todo los estados del norte y el noreste. Hay millones de ciudadanos afectados.
Quienes querían en Estados Unidos una blanca Navidad ya la tienen, aunque este año se ha pasado verdaderamente de frenada. Entre los incontables efectos devastadores de esta gran tormenta ártica, está el choque en cadena en una autopista helada del estado de Ohio. Medio centenar de vehículos se han visto involucrados en un siniestro que ha dejado al menos cuatro muertos y varios heridos.
No obstante, ese accidente no ha sido el único. Desde este pasado miércoles, once automovilistas han perecido en las carreteras del país, donde conducir, dadas las condiciones de visibilidad, es un ejercicio de heroísmo.
Además, el colapso en las comunicaciones cuando millones de habitantes se desplazan para las reuniones navideñas afecta también a los aeropuertos. Solo este viernes se cancelaron 5.000 vuelos y otros 10.000 sufrieron retrasos.
Con algunos aeropuertos cerrados, hay quienes han tenido que recorrer medio país para llegar a casa y hacer, por ejemplo, el trayecto entre Dakota del Sur y Boston.
Los cortes de suministro eléctrico, calefacción incluida, afectan a millones de usuarios. Y las autoridades han hecho un llamamiento para insistir a los ciudadanos que se queden en casa a 'disfrutar' de las Navidades más gélidas en décadas.