Michael Valva, el expolicía de Nueva York que dejó morir de frío a su hijo con autismo de 8 años en el garaje de su casa, ha sido condenado a 25 años de cárcel y su amante, Ángela Pollina, será juzgada en febrero por asesinato de segundo grado. Los hechos ocurrieron en enero de 2020, cuando el padre obligó a pequeño Thomas a pasar toda la noche y dormir en el garaje soportando temperaturas bajo cero que provocaron su muerte.
La mañana siguiente a los hechos, Michael encontró a Thomas aterido y manchado de su propia orina, por lo que le ordenó desnudarse. Tras hacerlo, el niño cayó desplomado en el suelo según los audios escuchados en el juicio. Aun viéndolo en tan deplorable estado, Michael no llamó a los servicios de emergencia hasta que pasó una hora, por lo que cuando el niño quiso ingresar en el hospital, este ya era un cadáver.
Tras lo ocurrido, el fiscal dijo que se trataba de "uno de los casos más difíciles y desgarradores que había visto en treinta años de carrera".
Michael valva se había mostrado indiferente durante las seis semanas que duró el juicio pero, según indica el New York Times, tras la condena apareció abatido y leyó con la voz entrecortada unas palabras en las que aseguraba sentirse "avergonzado" y "arrepentido" por lo sucedido. Además quiso dejar claro, de manera poco convincente, que "amaba a Thomas con todo mi corazón".