El juicio por los atentados de Bruselas ha empezado este lunes en la capital belga. Se trata de un procedimiento extraordinario para juzgar a los diez acusados de los ataques del 22 de marzo de 2016 en el aeropuerto de Bruselas y en una estación de metro, que causaron la muerte de 32 personas. Los hay que se salvaron por minutos y otros que lo lograron de milagro y pudieron volver a ver a sus seres queridos.
Las calles del centro de Bruselas eran una mezcla de sonidos de sirenas y de ambulancias. Un caos en el que convivieron los heridos por los atentados con miles de personas que iban al trabajo en coche o andando. Los atentados convirtieron al centro de la ciudad en una ratonera por las explosiones del aeropuerto, pero sobre todo por la de la estación de Malbeek , al lado de la comisión y del parlamento europeo, en el corazón de Bruselas. Muy cerca se encuentran el Palacio Real y la estación central.
Los terroristas planeaban unos atentados con el guion de los de París: un equipo en la calle disparando con kalashnikov y pistolas y un segundo comando kamikaze. En el primer grupo habría estado él, Salah Abdeslam, pero su detención abortó esa parte de plan y los restantes miembros se recompusieron para ejecutar solo la segunda parte: la de los suicidas de Bruselas.
En el juicio se espera la asistencia de cerca de un millar de personas: heridos, familiares de las víctimas que irán a declarar o a escuchar el proceso. Para algunos, este es el comienzo de un nuevo calvario. "Estoy muy estresada, también muy nerviosa por lo que va a pasar. Es el primer día, así que obviamente es muy difícil. Dudé hasta el último momento y pensé que tendría que estar presente en algún momento, ya que hay testimonios previstos. Así que, poco a poco, veremos cómo va. Y cuando se está acompañado, siempre es más fácil", ha asegurado Loubna Selassi, una de las víctimas.
Pero otros ciudadanos quieren dejar atrás este doloroso episodio. Esmael Fazal Sarah perdió a su hermana en el metro y no espera mucho del juicio. "No tengo odio. No siento ningún odio. Nunca he conocido a nadie. La mirada no me hace nada. Estoy en paz conmigo misma y, como dije anteriormente, en realidad no odio a los acusados", ha explicado.
De los diez acusados, nueve están presentes en Bruselas. La cuestión es si querrán o no hablar durante la audiencia. Para los abogados, es necesario que haya un debate y que todo el mundo pueda expresarse. "Realmente creo que lo más importante es escuchar a las partes civiles. Es dignidad, es escuchar su sufrimiento. Y la consecuencia para nosotros será decir que no nos escondemos detrás del derecho a guardar silencio. Pero estamos convencidos de que debemos celebrar un debate judicial y de que debemos hablar, debemos explicarnos, debemos responder a las preguntas de las partes civiles. También debemos asumir responsabilidades. No sólo las nueve personas que están aquí son responsables de lo ocurrido", ha explicado Vincent Lurquin, abogado del acusado Hervé Bayingana Muhirwa.
Según el calendario legal, se espera que el juicio dure entre 6 y 8 meses. Casi todos los acusados se enfrentan a cadena perpetua.