Cinco meses después de la tragedia en la valla de Melilla –en la que perecieron 23 personas como consecuencia del dispositivo policial según las cifras oficiales-, una autoridad marroquí ha entrado hoy a valorar lo ocurrido en aquellas primeras horas del 24 de junio pasado. Lo ha hecho nada menos que el ministro de Exteriores Nasser Bourita en presencia del titular de la diplomacia española, José Manuel Albares, en los márgenes del VII Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo celebrado en la ciudad de Barcelona.
Bourita ha aseverado que la muerte de más de una veintena de inmigrantes –las ONG elevan la cifra hasta los 70 decesos- en la frontera de Melilla a finales del pasado mes de junio fue algo excepcional y que la respuesta de las fuerzas de seguridad marroquíes fue “responsable”. El ministro marroquí ha ensalzado la cooperación que Marruecos y España desarrollan en materia migratoria. Tras más de un año de aguda crisis bilateral, que vivió su cénit con la acogida en España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali y la entrada descontrolada de un millar de jóvenes en Ceuta en la primavera de 2021, el apoyo explícito de Pedro Sánchez a la propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí en el Sáhara Occidental puso fin al desencuentro.
A juicio del jefe de la diplomacia del país norteafricano, lo ocurrido en la madrugada del 24 de junio en el puesto de Barrio Chino “no fueron sucesos normales en su origen y en su procedimiento” ni “movimientos espontáneos”, sino que fue “algo muy violento, algo muy nuevo”. En palabras de Bourita, Marruecos actuó con la intención de “no dar ningún incentivo a las redes de tráfico de seres humanos”. En cualquier caso, el ministro marroquí ha admitido en Barcelona que hay en un curso una investigación del Consejo de Derechos Humanos de Marruecos. “Una misión se desplazó hasta allí y se han remitido informes a las autoridades de Marruecos, tras haber estudiado el informe hemos sacado lecciones”.
Con todo, a pesar de que sigue sin haber responsables sobre la tragedia en ninguno de los dos lados de la frontera y de las preguntas que siguen sin respuesta, el máximo responsable de la diplomacia marroquí ha aseverado que “Marruecos y España están dando un ejemplo exitoso de cooperación entre dos países en relación a las migraciones”.
En su tercer encuentro en dos semanas –después de los de la Embajada española en París el 11 de noviembre y Fez este martes- los jefes de las diplomacias de Marruecos y España han mostrado aparente total sintonía. Si en el encuentro de Naciones Unidas Albares llamó “buen amigo” a Bourita, este ha llamado “querido amigo” a su homólogo español en Barcelona. Quién lo habría dicho cuando tuvieron que transcurrir nueve meses desde el nombramiento de Albares el 10 de julio de 2021 –tras la destitución de Arancha González Laya, convertida en bestia negra de Marruecos por el caso Ghali- hasta que ambos ministros pudieran verse por fin las caras con motivo de la visita del presidente del Gobierno Pedro Sánchez a Rabat el pasado 8 de abril, fecha en que las dos delegaciones firmaron una hoja de ruta para el futuro de la “nueva etapa”. Ya son siete encuentros en total los que han mantenido ambos ministros.
“Estamos completamente satisfechos”, ha dicho esta mañana Bourita en la capital catalana tras el desayuno de trabajo celebrado con Albares. “Expresamos nuestra completa satisfacción por la implementación de todas las provisiones de esta hoja de ruta. Implementaremos cada provisión en la misma. Todos los compromisos serán implementados”.
El titular de Exteriores de Marruecos ha precisado que “continuaremos trabajando con muy buen ánimo en todas las áreas: cooperación económica, diálogo político, lucha contra la migración ilegal, terrorismo, seguridad regional, pero también en cómo desarrollar la dimensión cultural y la cooperación en materia de seguridad”.
Por su parte, el ministro español ha asegurado que “la hoja de ruta hispano-marroquí” –que había sido pactada por las delegaciones de ambos países el 7 de abril pasado en Rabat- “se está cumpliendo punto por punto”. “Todos los grupos de trabajo se están reuniendo y están dando frutos. Vemos cómo la migración irregular que proviene de África y que tiene como país de tránsito Marruecos se ha reducido ya en un 20%”, se ha felicitado Albares en total sintonía con su homólogo marroquí. El ministro de Exteriores español ha saludado las buenas cifras del comercio con Marruecos: “Nuestros intercambios comerciales han crecido un 30%. Las exportaciones españolas superan ya los 7.000 millones de euros. Unas cifras que serán sin duda mayores a finales de año”.
En cambio, el jefe de la diplomacia española no se ha acordado de la crisis política que se vive con Argelia ni del boicot comercial puesto en marcha el pasado 9 de junio por las autoridades argelinas como consecuencia del apoyo español a Rabat en el Sáhara Occidental. Un boicot que ha convertido en casi residual la actividad comercial española en Argelia en estos momentos.
De manera inesperada –hace apenas dos días en Fez en el marco de la celebración del 9.º Foro Global de la Alianza de Civilizaciones el ministro español de Exteriores fue incapaz de fijar una fecha-, los máximos responsables de las diplomacias de Marruecos y España se atrevieron a avanzar la fecha para la próxima Reunión de Alto Nivel, que tendrá que celebrarse en Rabat: la última semana de enero o la primera de febrero.
A pesar de que en la citada hoja de ruta el encuentro había sido fijado para antes de final de año, y se llegó a avanzar el mes de noviembre, el 18 de octubre pasado el ministro marroquí de Exteriores anunció su aplazamiento hasta comienzos de 2023. La XII RAN, que había sido suspendida de manera unilateral por Marruecos en diciembre de 2020 –se estaba fraguando la crisis bilateral sólo superada en marzo de este año-, tomará el relevo de la cita celebrada en Madrid en junio de 2015.
Además, Albares, que en Fez insistió en que “sin ninguna duda” Ceuta –por primera vez- y Melilla tendrán aduanas comerciales, ha estimado esta mañana que “el primer paso de mercancías” desde las ciudades autónomas “por vía terrestre” se producirá antes de que se celebre la RAN, lo que apunta al cambio de año. “La semana que viene tendrá lugar una reunión técnica en la cual se establecerá la fecha”, ha zanjado Albares en la ciudad condal.
Por su parte, el ministro Bourita ha evitado referirse a la cuestión de las aduanas: en sus discursos oficiales las autoridades del país norteafricano niegan la españolidad de las ciudades autónomas y, por ende, que sus fronteras sean tales. El pasado 21 de septiembre, el jefe de la diplomacia del país magrebí hizo lo propio en Nueva York sobre esta materia y se limitó a hablar de la normalización del “paso de personas y mercancías” sin mencionar las palabras ‘aduana’ o ‘frontera’. A pesar del optimismo del ministro español, aún resta por ver qué características tendrá la aduana: si tendrá un carácter meramente “regional” o no. Con todo, Bourita ha cerrado su comparecencia en Barcelona esta mañana con un optimismo difícilmente superable en público: “Creo que van a ser todo el tiempo buenas noticias para las relaciones entre España y Marruecos en el futuro”.