Hace 15 días que el ejército ruso abandonó la ciudad ucraniana de Jersón para proteger, supuestamente, la región de Crimea desde el otro lado del río Dniéper, pero desde entonces los bombardeos sobre la población civil, que no ha huido de la ciudad como pidieron las administraciones ucranianas, no dan tregua, dejando decenas de heridos y víctimas a su paso. Ahora, el gobierno de Zelenski acusa a Rusia de cometer uno de los actos más deleznables que puede hacer el ser humano: introducir explosivos en el interior de juguetes. Esta salvajada, supuestamente, había sido llevada a cabo por el ejército ruso en su huida de la ciudad de Jersón, dónde ya ondean las banderas ucranianas.
La pérdida de esta ciudad, una dónde se realizaron los referéndum ilegales para su anexión a Rusia, ha supuesto un duro golpe para el Kremlin, quien está atacando sin cesar la localidad, sobre todo contra la población civil. En la ciudad cunde el pánico entre los habitantes por el temor a los múltiples bombardeos, dónde han fallecido al menos cinco personas y otros tantos han resultado heridos.
También, el gobierno de Zelensky ha acusado al gobierno ruso de introducir y esconder bombas en el interior de juguetes, aseguran así mismo haber encontrado una mina entre dos balones de fútbol. Este suceso incentiva la sospechas de que la huida del ejército ruso de Jersón resultase ser una trampa como se sospechaba en un principio, y así menguar las fuerzas militares y civiles de Ucrania.
Rostros ensangrentados, civiles huyendo de edificios en llamas y llantos inconsolables, esta ha sido la escena esta madrugada en Jersón, una de las peores tras la vuelta de las fuerzas de Ucrania a la ciudad. El Kremlin ha atacado nuevamente con dureza la ciudad con todo tipo de proyectiles, "eran proyectiles, empezaron a sonar y comenzaron a saltar chispas, como si fueran fuegos artificiales", asegura Ludmila, una de las heridas, mientras está siendo atendida por los paramédicos, quienes no dan a basto debido al aluvión de heridos en esta jornada.
Sin embargo, quienes aún resisten en la ciudad en ruinas se niegan a abandonar su hogar y su patria, como confirma Valentina, "Putin quiere recuperar la ciudad, nunca, moriremos aquí, pero no se la daremos". Mientras tanto el ejército ucraniano ha lanzado contraataques contra el otro extremo del río Dniéper, dónde se encuentra el ejército ruso, para intentar retrasar lo máximo posible los próximos ataques de la artillería rusa.