En la guerra de Ucrania ya son más de 6.500 los civiles muertos desde el inicio de la invasión, según los cálculos de la ONU. Y más de 10.000 los heridos, víctimas de los ataques de Rusia. Mientras los supervivientes del horror tratan de huir de ciudades como Jersón, donde es imposible pasar el invierno sin agua, luz, ni calefacción. Laura de Chiclana nos ha mostrado el horror de una familia que ha resultado herida por un proyectil lanzado desde la otra orilla del río Dnieper.
Miles de ucranianos, sobre todo mujeres y niños, se agolpan en la estación de Jersón. Tratan de abordar el tren para ser evacuados de una ciudad que vive en la oscuridad.
Más de diez millones de personas no tienen luz, ni calefacción, ni agua. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ante los que denomina ataques masivos de Rusia, que destruyen infraestructuras energéticas, ha desplegado una red de 4.000 puntos de atención a los ciudadanos en todo el país para atender los servicios básicos.
"Si la electricidad no se restablece enseguida, activaremos estos centros de invencibilidad", ha dicho el líder ucraniano. Son lugares en los que refugiarse del frío, obtener medicinas o cargar los teléfonos móviles.
Los ataques rusos no cesan y aun así son muchos los ucranianos que se resisten a dejar su país. La plaza principal de Jersón ha sido por unas horas el centro de la unidad y la resistencia de los ucranianos frente al invasor. Allí un soldado los ha agrupado en torno a su violín.