Meloni: IVA al 5% para pañales y productos de higiene menstrual en sus primeros presupuestos de tono prudente

  • 35 mil millones de los cuales 21 destinados al encarecimiento energético

  • La premier señala que el resto de recursos ponen en el centro la rebaja fiscal, la natalidad y la familia

  • Algunas de las grandes promesas electorales llegan a medias como la flat tax o la renta a la ciudadanía

Unos presupuestos escritos en 30 días, un plazo completamente atípico causado por las elecciones anticipadas del pasado septiembre y la jura del Gobierno hace tan solo un mes. Giorgia Meloni no se pilla los dedos y, ante la coyuntura internacional, y las previsiones económicas para este invierno ha presentado esta mañana unas cuentas de 35 mil millones de los que 21, estarán destinados de forma continuista al encarecimiento energético. Los otros grandes puntos, explicados así por la propia Giorgia Meloni, son la rebaja fiscal y la familia, con ayudas para incentivar la natalidad, sin la cual, dice la premier, “no hay futuro en este país”. Pero los grandes temas en campaña electoral, inaplicables por tiempo, justifica el Ejecutivo, pero también sin fondos, llegan a cuentagotas o en una versión mucho más tenue. Es el caso de la flat tax, que se queda solo para tres tipos de trabajadores y la renta a la ciudadanía que Meloni pretendía abolir de inmediato pero que no podrá cancelarse tan fácilmente. Ha anunciado así un año de puente endureciendo los requisitos para los beneficiarios en condiciones de trabajar hasta que, a finales de 2023, se pueda eliminar completamente. De hecho ya este año no se aceptarán nuevas solicitudes. Comienza así a desmantelarse la que fue la medida estrella del M5S. 

Acompañada de los principales ministros implicados en estos presupuestos y del vice premier Matteo Salvini, Giorgia Meloni ilustró en rueda de prensa sus primeros presupuestos. El primer gran examen para la nueva premier, más allá de las primeras luchas ideológicas de su mandato vinculadas a la migración. Unas cuentas que pretendían dar una línea disruptiva pero que han resultado bastante continuistas con la visión económica de Draghi que, la ahora premier desde la oposición, criticó con dureza. Pero Meloni sabe que con el peligro de una recesión económica a la vuelta de la esquina, no le conviene tensar la cuerda con Europa, a la que necesita en muchos de los grandes temas que ahora procupan a Italia. Es por eso que dos tercios del total de estos presupuestos están destinados a seguir apoyando a empresas y familias ante un encarecimiento energético que ocupa el primer puesto en las medidas de urgencia. La inflación ha tocado en Italia en el último mes el 12%, según datos de Eurostat, porcentaje que no se veía desde hace décadas.

Al margen de la gran cantidad de fondos destinada a la crisis energética, Meloni marca otros dos puntos que han sido fundamentales para las cuentas en este Gobierno: la rebaja fiscal y la familia. El primero aumenta solo un 1% al 2% ya introducido por Draghi en el anterior Ejecutivo y para una franja poco considerable. El segundo forma parte del epicentro ideológico de la actual premier que ha enumerado una serie de medidas, muchas de ellas ya implementadas, para ayudar a las familias con varios hijos, que se aumentan para fomentar la natalidad, así como las bajas por maternidad. Se añaden también rebajas en el IVA, que se queda al 5%, en productos como pañales o de higiene menstrual como compresas o tampones. Se queda fuera la rebaja del IVA al pan y la pasta pero Meloni anuncia un sistema, “aún por concretar”, para fomentar ayudas en la cesta de la compra.

Pero, al margen de estas pequeñas píldoras, las grandes medidas ideológicas en lo económico se esperaban de manera mucho más drástica, en grado de cumplir en algún modo las ambiciones electorales del centro derecha. Pero la conjetura no lo ha permitido, Meloni no esconde las justificaciones y dice que las decisiones tomadas a medias se deben a un período de transición. Es así para el impuesto único, que se queda al 15% solo para algunos trabajadores y la reforma de las pensiones que, por ahora, contempla solo una medida transitoria. Lo mismo para la gran obsesión de la premier en campaña, la renta a la ciudadanía, que incluye en estos presupuestos modificaciones pero que no podrá ser eliminada, como se quería, hasta finales de 2023. Aquí comienza la cruzada que la premier pretende realizar a la medida que Giuseppe Conte convirtió en su propia lucha y que se percibe al 70% en el sur, donde están la mayoría de votantes del M5S. Aún así, Meloni, repite en más de una ocasión el trabajo realizado a contrarreloj del que se siente orgullosa porque, dice, “son unos presupuestos valientes, coherentes y que apuestan por el futuro”.

Una línea general prudente en lo económico que la oposición ya acusa como “improvisada e inocua con respecto al riesgo de recesión y a la inflación”, tal y como la define el líder del PD, Enrico Letta, que ya ha anunciado en las redes sociales una manifestación el 17 de diciembre en contra de las cuentas del gobierno derechista. Por su parte, Giuseppe Conte del M5S, anuncia que hará todo lo que haga falta para que no se elimine la renta a la ciudadanía, que perciben 2,5 millones de italianos, incluidas también manifestaciónes para protestar en las plazas italianas.