El rey Carlos de Inglaterra se pone a tono con la Ley española de Bienestar Animal sin proponérselo. Un mensaje oficial del Palacio de Buckingham a la Asociación Defensora de los derechos de los animales (PETA) comunica la voluntad del monarca de vetar el plato que supone el maltrato de los gansos.
Buckingham ha explicado en su mensaje a que el manjar, elaborado a partir del hígado hipertrofiado del pato o del ganso, ya no se sirve, pero tampoco se comprará en ninguno de los palacios de la monarquía británica por solidaridad con la lucha contra el maltrato animal, que supone la conocida receta.
Con esta decisión, el foie gras quedará desterrado del Palacio de Buckingham, Balmoral, Windsor, Hillsborough y Sandringham y la decisión será permanente como a hecho saber con un "no hay planes para que cambie esta política”, según la carta que cita la BBC.
Elisa Allen, vicepresidenta del grupo de bienestar animal PETA expresó su enhorabuena por esta decisión del monarca y sugirió que otros deberían "seguir el ejemplo del Rey y dejar el foie gras fuera del menú esta Navidad y más allá".
En realidad, Carlos III de Inglaterra, siempre a lo largo de su vida ha mostrado su compromiso con el medioambiente y ahora con su oposición al consumo de foie gras a causa del sufrimiento animal que implica su elaboración, ha demostrado que iba en serio.
En Reino Unido la elaboración del foie gras está prohibida, pero se puede comprar e importar. PETA ha agradecido la decisión de Carlos de Inglaterra, que ha calificado como de “política compasiva” hacia los animales y le ha regalado un lote del llamado faux gras, una alternativa vegana.
El grupo Peta también está haciendo campaña por el uso de pieles sintéticas en lugar de la capa de armiño usadas en la tradicional ceremonia de la coronación del Rey, prevista para el próximo mes de mayo.