El Mundial de Fútbol más polémico, el de Qatar, ha arrancado entre críticas y protestas por varias razones, entre otras, por el altísimo coste en vidas humanas que ha supuesto la construcción de las infraestructuras. Por ello, en Herne (Alemania), se han encendido miles de velas.
Ocupando el sitio de los aficionados, 20 000 velas han iluminado las gradas del estadio de Herne, en Alemania. Y sobre el césped: 6 500 balones de fútbol rellenos de arena que representan a cada uno de los trabajadores que han muerto durante la construcción de los estadios qataríes.
No es la única protesta contra el Mundial 2022. Desde antes de que arrancase, los artistas que parecían estar en todas las quinielas para el espectáculo más caro rechazaron ir a la cita por no respetar los derechos humanos. Dúa Lipa, Shakira y Rod Steward son algunos de los artistas que rechazaron ir.
Un día antes de comenzar, el secretario general del comité organizador, Hasán Al Thawadi, calificaba esta oleada de críticas de "lamentable", de tinte "racista" y basadas en "prejuicios y estereotipos" sobre el mundo árabe.
"Esta Copa del Mundo es probablemente la más escrita y comentada, incluso antes de que se haya lanzado un balón. Es muy lamentable que gran parte de estos comentarios se hayan desviado hacia la aceptación de la desinformación, el rechazo de los matices y la profundidad, y que a menudo se apoyen en tropos racistas basados en prejuicios y estereotipos de larga data sobre Oriente Próximo y el mundo árabe", señaló en un comunicado publicado el sábado.
Sin embargo, aseguró que no huyen de las "críticas constructivas". "Nos comprometemos directamente y consideramos cada palabra. Nos hemos asegurado de que este torneo sea un faro de progreso, que contribuya a las reformas laborales de nuestro país, reconocidas internacionalmente", apuntó.
En la misma línea, días antes se pronunció el ministro de Trabajo de Qatar, Ali bin Samij al Marri, prometía ante la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo continuidad en las reformas para mejorar las condiciones laborales de los migrantes una vez termine el Mundial de fútbol, al tiempo que criticaba a quienes llaman al boicot de la competición y ha esquivado responder a la discriminación que sufre el colectivo LGTBI al afirmar que "todos" los extranjeros que quieran viajar para ver los partidos serán "bienvenidos".
El representante catarí defendía así los cambios en la legislación para reconocer derechos de los trabajadores migrantes, incluido acabar con el sistema de patrocinio (kafala), que da pleno control del empleador sobre el empleado, y expuesto que se han pedido "muchos cambios" a Catar que "llevan tiempo" en su tramitación y aplicación.
Asimismo, en cuanto a las miles de muertes de trabajadores migrantes durante los años de preparación del Mundial y las denuncias de las víctimas que no han cobrado indemnizaciones, Al Marri ha esgrimido la creación de un fondo específico para compensar a las víctimas.
Eso sí, puso en duda la veracidad de las cifras de muertes en la construcción, al tiempo que achacaba las evaluaciones más duras a visiones "racistas" o basadas en datos erróneos