Seira Fuchigami, una niña de dos años japonesa, ha muerto tras permanecer nueve horas en el coche. Su padre olvidó dejarla en la guardería y se fue a trabajar. Cuando regresó al vehículo para volver a casa, la menor había fallecido. No es la primera vez que ocurre un caso así. En septiembre, en Alabama (EEUU) murió otro niño de la misma manera.
El suceso ocurrió el 12 de noviembre en Osaka, Japón. Según el relato del padre de la niña a la Policía, un hombre de 33 años, salió sobre las 8:00 horas con sus tres hijos en coche. A dos de ellos les dejó en diferentes escuelas, pero se olvidó de Seira, publica The Sun.
Tanto fue así que tras terminar de trabajar fue a por la niña a la guardería. Allí, le indicaron que nunca la había llegado, por lo que fue a mirar al coche. La pequeña estaba allí, sin vida.
Aunque la trasladó al hospital, los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida. Según la Agencia Meteorológica de Japón, ese día las temperaturas superaron los 20ºC en varias zonas de Osaka.
No es el primer padre que olvida a su bebé dentro del vehículo. Solo en EEUU, con datos desde 1998 hasta el 12 de julio de 2022, hay registrados 917 menores muertos por un golpe de calor (hipertermia), según datos de la organización No Heat Stroke.
De media, según datos de KidsAndCars, unos 37 pequeños pierden la vida anualmente en Estados Unidos por el calor sufrido tras ser dejados en el interior de los coches.
Las autoridades de EEUU han informado en varias ocasiones a los padres de que, si les dejan las ventanas ligeramente abiertas, la temperatura dentro de un automóvil puede alcanzar los 50 grados en minutos, y el cuerpo de un niño se sobrecalienta hasta cinco veces más rápido que el de un adulto.
Además, recomiendan a los conductores que antes de abandonar sus vehículos revisen en el interior y en los asientos traseros para no dejar personas o animales.