Activistas contra el cambio climático siguen utilizando las obras de arte como vehículo para conseguir impacto y repercusión en sus protestas. Si recientemente eran dos de ellos los que pintaban y se pegaban a los cuadros de 'Campbell's Soup I' de Andy Warhol en la Galería Nacional de Australia (NGA), ahora ha sido en el museo Leopold de Viena donde otros dos activistas han irrumpido arrojando petróleo a la obra ‘Muerte y vida’ de Gustav Klimt.
Ha sido el grupo denominado ‘Letzte Generation’ (Última generación) el que ha compartido vídeos e imágenes de la acción, denunciando que “nos dirigimos hacia un infierno climático” si no detenemos “la destrucción de los combustibles fósiles” y la actual explotación sistemática del planeta.
En este sentido, definiendo las perforaciones de petróleo y gas como una ‘sentencia de muerte’ para la humanidad, la obra escogida para llevar a cabo su protesta no es casual.
“Conocemos el problema desde hace 50 años, debemos actuar de una vez, de lo contrario el planeta se destruirá”, ha gritado uno de los activistas antes de lanzar petróleo contra el cuadro de Klimt.
“¡No puede haber arte limpio con dinero sucio de por medio!”, han denunciado también a través de las redes sociales, en alusión a que, precisamente, en ese momento la entrada al museo Leopold era gratuita por un festivo regional y estaba, además, patrocinada por la petrolera OMV.
Pese los controles de seguridad, los activistas por el medioambiente han conseguido entrar en el recinto con el líquido, que ha cubierto de negro la obra ‘Muerte y Vida’, utilizada como una metáfora de su protesta. Además, uno de los dos activistas ha intentado pegarse al marco del cuadro antes de que el personal de seguridad interviniese para retenerles.
El cuadro estaba protegido por un cristal y, a falta de ser examinado en profundidad, no ha sufrido daños, según las primeras informaciones de la televisión estatal.
Esta acción se suma a otras realizadas sobre distintas obras de arte durante las últimas semanas. Entre ellas, además de la de ‘Las Majas’ de Goya en el Prado, está el lanzamiento de sopa de tomate a ‘Los Girasoles de Van Gogh, en la National Gallery de Londres; un acto llevado a cabo por dos ecologistas de ‘Just Oil’.
Además, hace solo cinco días activistas del mismo grupo se pregaron con adhesivos a fósiles de dinosaurios en el Museo de Historia Natural de Viena. Igualmente, estos no fueron dañados y la protesta iba dirigida en el mismo sentido: los efectos en el cambio climático causados por los hidrocarburos.