Una pareja de Inglaterra se ha casado en un hospital tres días antes de que la novia muriese debido a un cáncer. El marido quiso organizar el enlace con el que siempre soñó su mujer en el centro médico donde ella estaba siendo tratada de la enfermedad. La historia de Alex y Kirsty Fielding, de Catford, al sureste de Londres, ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en una de las más bonitas y a la vez tristes de este año.
Todo se remonta a 2019. Durante un viaje a Walt Disney World de Orlando, en Florida (EEUU), los jóvenes se comprometieron tras 10 años de relación. Allí se produjo su pedida de matrimonio. Sin embargo, en 2021, los médicos le detectaron a Kirsty un sarcoma en uno de sus brazos y, a pesar de que logró recuperarse, a mediados de este año, la enfermedad se propagó por varios de sus órganos a través de la sangre, lo que provocó el desarrollo de varios tumores.
Los médicos, tras realizar análisis y otras pruebas en septiembre de este año, le dieron a la mujer unas semanas de vida. Ante esta noticia, su pareja quiso preparar la boda con la que siempre soñaron en el hospital y organizó la ceremonia con la temática de Disney, algo emocionante para ambos por sus recuerdos. Su idea siempre fue viajar a Francia y celebrarla en Disneyland París, pero el estado de salud de Kristy no lo permitía, según recoge 'Daily Mail'.
Alex, que se preocupó por cada detalle para aquel día tan especial, apareció por sorpresa en el Hospital Royal Marsden con su mejor sonrisa. Allí le esperaba Kirsty, vestida de princesa. Ambos se dieron el 'sí quiero' y disfrutaron junto a familiares y amigos. Lamentablemente, la joven murió tres días después. Su marido, roto de dolor, ha querido rendirla homenaje desde las redes sociales y ha publicado imágenes del especial enlace.
Kirsty, de 28 años, dejó atrás a su esposo, de 32, y al hijo que tenían en común, Thomas, que nació en 2020. Sus seres queridos han creado una campaña de GoFundMe para recaudar fondos y apoyarles. Ahora Alex y el pequeño, mano a mano, saldrán adelante en su memoria. "Lo más difícil es no poder hablar con ella, ha estado a mi lado todos los días y ha sido horrible. Tan pronto como recibió el diagnóstico, me miró y comenzó a llorar porque se dio cuenta de que no vería crecer a Thomas. No quería perderla y no quería creer que estaba pasando. Ella fue muy fuerte todo el tiempo. Solo se derrumbó una vez porque no quería morir de dolor. Era una verdadera guerrera", ha sentenciado el joven sobre su difunta esposa.