La carrera por el crucial control del Senado estadounidense se presenta tan ajustada que incluso podría ser necesaria una foto-finish. Dos días después del cierre de los colegios electorales, la composición de las dos cámaras del Congreso sigue en el aire.
En la Cámara de Representantes, los republicanos llevan la delantera al haberse asegurado por lo menos 211 de los 218 escaños que necesitan para recuperar el control. Una ventaja que hace que muchos medios anticipen como probable la victoria republicana en la Cámara Baja. ¿Y en el Senado? De los 100 escaños, los demócratas tienen asegurados 48 y los republicanos, 49.
El futuro del Senado o Cámara Alta depende del resultado en tres estados o quizá solo en dos:
Antes de estos comicios de medio mandato, había un empate 50-50 que rompe la vicepresidenta de EEUU Kamala Harris ya que tiene derecho a votar cuando se presenta esta situación. Por ello, cualquier cambio puede desequilibrar la balanza. Los republicanos sí o sí necesitan 51 escaños por no contar con el voto de calidad.
El recuento de votos en Arizona y Nevada se realiza bajo una fuerte presencia policial por temor a protestas tras acusaciones de fraude electoral las semanas previas a la celebración de las elecciones legislativas. En Phoenix (Arizona), Paul Penzone, el jefe del condado de Maricopa, el más poblado del estado, dijo a la agencia Reuters que su fuerza desplegó helicópteros, drones, policías a caballo y vigila a las personas que consideraba posibles alborotadores en las redes sociales. También se erigieron vallas y barricadas para disuadir a posibles manifestantes.
Las autoridades electorales locales ya han avisado de que el escrutinio podría alargarse aún varios días más, especialmente en el caso del Senado.