Ron DeSantis ha conseguido lo inimaginable hace cuatro años: ganar en todos los distritos electorales de Florida, lo que convierte a este estado, que hasta este martes era considerado "estado visagra" (es decir que cambiaba de color según las elecciones) en un estado republicano. El joven gobernador conservador en las políticas sociales y liberal en sus políticas económicas ha barrido con más del 68% del voto latino.
DeSantis, de 40 años, es la estrella en ascenso republicana: “No solo ganamos la reelección, redefinimos el mapa político”, anunció Ron DeSantis la noche del martes, tras el anuncio de los resultados. “Para mí, la carrera no ha hecho más que empezar”, añadió el hombre al que se le atribuyen ambiciones presidenciales, que aún no ha confirmado. Pero a nadie se le escapa que su contundente victoria con Donald Trump en contra de sus aspiraciones y sin respaldarle en las elecciones le convierte de facto en candidato claro para las primera republicanas (el proceso por el cual los partidos eligen a sus candidatos presidenciales) y que comienzan en el 2023.
Los republicanos obtuvieron otra victoria en el estado clave el martes, y el senador Marco Rubio retuvo su escaño. Florida parece confirmar así sus raíces republicanas, malas noticias para los demócratas a medida que se acercan las elecciones de 2024. Ron DeSantis se ha convertido en uno de los pesos pesados del Partido Republicano. Muy comprometido con la educación, el republicano también firmó este año una ley que prohíbe la enseñanza de materias relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género en la escuela primaria (hasta los 12 años), con un texto refrendado por la enorme mayoría de la ciudadanía. La cuestión de la educación en los colegios se ha convertido en un pilar de la oferta política republicana frente al movimiento extremista woke que nació en las universidades norteamericanas y que defienden que el sexo no existe, y que son constructos sociales los que lo determinan. También se ha enfrentado a los ejecutivos del parque temático de Disney por su políticas identitarias con los menores de edad, algo que la ha dado la mayoría absoluta en Orlando.