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Romello “Mello” Early gastó todos sus ahorros en un nuevo par de zapatillas para su amigo Melvin Anderson, quien sufría bullying en la escuela por usar zapatillas desgastadas y sucias. El acto se hizo viral después de que el Decano de Cultura de la Academia Buffalo Creeks en Nueva York, que sufre las secuelas del bullying en la vida adulta, compartiera el bonito acto de generosidad con el mundo.
Romello Early y Melvin Anderson son dos estudiantes de séptimo grado en el Buffao Creek Academy Charter School en Nueva York. Mello veía a diario como su compañero tenía que enfrentarse día tras día a las personas que le intimidaban y lo calificaban de “sucio” tras burlarse de las zapatillas desgastadas que llevaba el joven y decidió ponerle fin a la situación comprándole un par nuevo. “No me gustaba escuchar a otras personas hablarle de esa manera”, explica Mello. “Me hacía sentir triste, enfadado… Simplemente me daba dolor de estómago ver que alguien tuviera que pasar por eso”, añadió.
El 24 de octubre, Romello llamó a su madre por videollamada como cada día después de clase solo que esta vez, comenzó a llorar frente a la cámara. “Estoy cansado de que hagan bullying a mi amigo por sus zapatos”, explicó el pequeño de 12 años a su madre. “¿Puedo usar mis ahorros o puedes quitarme algo que me darían por Navidad?”. Su madre, Anita James, no pudo rechazar la propuesta de su hijo que lloraba desconsolado a través de la pantalla y juntos fueron a comprarle unas zapatillas a Melvin.
“Estaba impactada porque la mayoría de los niños no están dispuestos a dejar de lado cosas para dárselas a otro, suelen ser más egocéntricos”, dijo Anita. El modelo que escogieron fue unas Nike Dunks en blanco y negro que les costaron 135 dólares, pagados con los ahorros del joven. “Solo el ver que a esa edad actúa como un adulto me emocionó tanto que apenas puedo describirlo”, confesó la madre de Mello.
Mello se levantó una hora antes emocionado por darle la sorpresa a su amigo y antes de entrar a clase, le dio la caja de zapatillas a su amigo en privado. “Me quedé sin palabras”, dijo Melvin durante una entrevista a WGRZ, quien, además, aseguró estar cansado de las burlas hacia sus antiguas zapatillas. “Me sentía triste, enfadado y muy disgustado”, expresó. “Estaba muy agradecido de que me diera las zapatillas”.
El Decano de la escuela, Bryant Brown Jr. encontró la caja en el escritorio de Melvin y le pidió que le explicara a que se debía. Brown comenzó a llorar y aseguró que era una historia muy “conmovedora” que le recordó, a su vez, a cuando era joven ya que vivió una situación similar con su hermano mayor, quien le compraba zapatillas cuando sus padres no podían permitírselo. Aseguró que tener a alguien que se preocupara por él durante su infancia “significó todo para él” y que el gesto de Mello y su bondad es “todo lo que quiero que sean esos niños”.
A su vez, Romello también asegura haber sufrido bullying y lo nombra como una de las razones que le llevó a ayudar a su amigo en esa situación. “Le hacían bullying por su altura y a veces llegaba a casa llorando”, dijo Anita James.
Cuando Melvin apareció en casa con las zapatillas, le dijo a su familia que se las había prestado un amigo al que no le valían pero cuando el señor Brown pidió permiso para publicar la foto en redes sociales, los padres de Anderson supieron la verdad. “Estaba un poco desconcertado al principio”, dijo Wesley Anderson, el padre de Melvin. “No quería que nadie pensara que Melvin era un objeto de caridad”. Melvin no le había contado a sus padres que sufría bullying y le instaron a empezar a hacerles saber este tipo de cosas para que puedan “intervenir”.
“Ojalá sirva de ejemplo para otros niños y que se den cuenta de que ser generoso con otra persona ayuda mucho”, añade Wesley.
Brown ofreció una charla a las clases sobre el bullying: “Dejad que esta enseñanza os muestre que ser bueno siempre gana, buscad siempre una manera de hacer el bien”. Además, Anderson, James y el propio decano planean llevar a cabo una campaña contra el bullying. “El bullying ocurre todos los días, vamos a hacer todo lo posible para evitarlo y asegurarnos de que la bondad de Mello siempre se recuerda y permanece”.
La historia se difundió rápidamente por redes sociales y muchos medios locales de noticias hicieron eco de lo sucedido. La fundación Candles in the S.U.N subastó entradas para el partido de los Buffalo Bills a los niños tras conocer la bonita historia.