A dos días de las legislativas de Estados Unidos, las llamadas de mitad de mandato, Joe Biden se juega su mayoría en el Congreso en los dos años que le quedan de presidencia. Consciente de ello, volvió a recurrir anoche a Barack Obama, para apoyar al candidato demócrata por Pensilvania. En este estado muy reñido estuvo también Donald Trump, donde volvió a insinuar que muy pronto va a anunciar que volverá a pelear por la Casa Blanca.
El próximo martes los estadounidenses votarán en las elecciones legislativas de mitad de mandato con la sociedad especialmente fragmentada y con unos sondeos que no muestran un claro vencedor.
Los demócratas, con Biden a la cabeza, tiran del carisma del expresidente Obama para sacar un resultado que le permita gobernar con comodidad los próximos dos años. Por su parte, los republicanos siguen pendientes del paso adelante que pueda dar Donald Trump.
Protagonistas de estas historias de Filadelfia son dos expresidentes y un presidente en apuros que se han volcado aquí, en este estado tan disputado. De cara a unas legislativas de consecuencias importantes.
Por un lado, el actual mandatario y Barack Obama, quien, dado su tirón, se está prodigando en la campaña. Porque el partido de Joe Biden tiene complicado renovar la mayoría en el Congreso, especialmente la de la Cámara de Representantes, lo que entorpecería en ese caso su hoja de ruta en materias como armas o aborto y sus aspiraciones a la reelección.
Sin embargo, Joe Biden y Barack Obama insisten en sus alertas de los últimos días: la democracia está en juego en estas elecciones.
Es un momento decisivo para Estados Unidos. En eso están de acuerdo con el otro protagonista, también volcado en Pensilvania y a punto de anunciar, les dice a sus incondicionales, eso que les hará tan felices.
Inmerso en varias investigaciones y causas judiciales, Donald Trump, que volvió a insistir en que le robaron las elecciones, solo espera a que se confirme el ascenso republicano en el Congreso para lanzar su candidatura a la Casa Blanca.