Sebastian Kalinowski murió de sepsis porque no le trataron la fractura de varias costillas tras una paliza. Su madre y el novio de esta lo torturaron cruelmente. Ambos han sido condenados a prisión de por vida. El padre de Sebastian tras conocer la decisión de la justicia acusó a su expareja de ser “el mayor mal que camina por este mundo".
Sebastian Kalinowski, de 15 años, fue sometido a abusos y torturas por parte de su madre, Agnieszka Kalinowska, de 36 años, y el novio de esta, Andrzej Latoszewski, luchador de artes marciales de 38 años, durante meses en la casa familia de Huddersfield, en Yorkshire, Inglaterra. La pareja lo torturaba a golpes con tablas y cables, según la sentencia judicial.
La madre y el novio han sido condenados a prisión de por vida con un plazo mínimo entre rejas de 39 años.
A Sebastian lo golpearon con el tablero de una cama, le ataron con cables y le clavaron la agujas que Latoszewski usaba, según informa el diario Daily Mail, para inyectarse esteroides.
El joven murió por una sepsis e insuficiencia orgánica causadas por las fracturas de costillas sin tratar.
El padre de Sebastian, desde Polonia, de donde también era el chico, ha escuchado por videoconferencia la declaración de su expareja a la que le ha dicho que es “el mayor mal que camina por este mundo".
“¿Cómo pueden ser monstruos tan despiadados? Sebastián deseaba que lo amaras. Correspondiste a su amor con dolor. Vas a tener que pagar por cada una de sus lágrimas", ha añadido Jacek.
La jueza del caso dijo a la madre que “simplemente no te importaba lo que le pasó a Sebastian y pareces ajena al dolor que estabas infligiendo".
El sufrimiento de Sebastian fue descubierto gracias las imágenes de unas cámaras de vídeo. El jurado vio horas de las palizas que recibió el adolescente de 15 años.
"Cualquiera que haya visto incluso parte de las imágenes de CCTV solo puede estar completamente horrorizado por lo que vio y desconcertado de por qué alguien se comporta de esta manera con un adolescente”, ha señalado la jueza.
El adolescente soportaba palizas por caer comida al suelo o ir al baño durante la noche. En las imágenes se ve como la madre golpea al hijo más de 100 veces mientras hace una parada para limpiarse el sudor de la cara y el novio come mientras ve la televisión. El chico, además, era obligado a hacer flexiones o sentadillas entre golpe y golpe.
El día de su muerte, tras los brutales golpes y tras pincharle con las agujas, su madre le metió una zapatilla en la boca mientras él luchaba por respirar.
Sebastian solo soportó las palizas de su madre y su novio 10 meses. Llegó a Reino Unido, desde Polonia, donde vivía con su padre, en noviembre de 2020, cuando empezó su infierno. Era un obstáculo para la pareja.