Por cuarta vez en unos dos años y medio, parte de un cohete chino Gran Marcha 5B está a punto de reingresar de manera descontrolada en la Tierra. Está previsto que se estrelle durante la madrugada del 5 de noviembre, aún se desconoce dónde.
La Agencia Espacial Tripulada de China (CSMA) lanzó el último módulo de su estación espacial Tiangong el lunes 31 de octubre con un cohete Gran Marcha 5B. Como ya ocurrió con los lanzamientos anteriores, la etapa central del cohete de unas de 23 toneladas no se separó de manera controlada de su carga útil, por lo que en los próximos días caerá en la atmósfera terrestre para después estrellarse en algún lugar que, por ahora, no ha sido determinado.
Según han calculado en The Aerospace Corporation, el trozo del cohete chino que se lanzó desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang (Hainan) regresará a la atmósfera a las 04:17 AM en España, el 5 de noviembre. Los datos se van a ir actualizando a medida que el pedazo de basura espacial se acerque y los cálculos se afinen. Las estimaciones se basan en la información recogida por la Red de Vigilancia Espacial de la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
De primeras, es muy poco probable que haya riesgo en tierra por la colisión del cohete. "Tienes muchas más probabilidades de ganar la lotería que de recibir el impacto de este objeto", han comunicado desde el panel de expertos de Aerospace Corporation. "El riesgo para un individuo es de seis por 10 billones".
Pero lo preocupante no es eso, sino el hecho de que este está lejos de ser el primero de tales incidentes. Este verano parte de otro cohete Gran Marcha 5B cayó en el Océano Índico después de atravesar la atmósfera terrestre. Y tampoco aquella fue la primera vez que ocurrió. En abril de 2021 parte de otro de estos cohetes se precipitó, de nuevo, en el Índico, y en 2020, supuestamente partes de la etapa central del vehículo se estrellaron en el suelo en Costa de Marfil.
Generalmente, esto no es lo que pasa después de un lanzamiento. Lo normal es que los cohetes estén diseñados para que sus etapas centrales caigan en un lugar del océano de manera controlada tras reingresar en la Tierra, realizando aterrizajes seguros. Es lo que hacen lo vehículos de la NASA o SpaceX. Pero no China.
Existe preocupación por lo que pueda ocurrir en un futuro, dado que no existen leyes o tratados internacionales para evitar que se repitan produzcan estos reingresos descontrolados de basura espacial tras un lanzamiento.
Hasta el momento, ni las agencias espaciales nacionales de China ni el gobierno chino se han pronunciado sobre la información emitida en repetidas ocasiones sobre estos incidentes por Aerospace Corporation.