La avalancha humana ocurrida durante una fiesta de Halloween en el barrio de Itaewon, en Seúl, que ya ha costado la vida a 153 jóvenes, ha conmocionado más allá de las fronteras de Corea del Sur, donde se ha decretado luto oficial hasta el 5 de noviembre. Las imágenes de decenas de jóvenes atrapados, aplastados, fallecidos en un angosta calle desgarran. Basta con ver al jefe de bomberos de Yongsan, Choi Seong-beom, para comprobar que una tragedia de tal magnitud supera, incluso, al personal especializado.
Choi Seong-beom, quien compareció aparentemente calmado en rueda de prensa para informar del aumento del número de víctimas como consecuencia de la estampida, no pudo evitar que le temblase la mano mientras daba cuenta de los fallecidos y los heridos.
La imagen de su mano temblorosa por la tensión y la conmoción de lo ocurrido ha desgarrado a la red, donde muchos usuarios han mostrado su empatía por los servicios de Emergencias que han trabajado y lo hacen cuando pasan este tipo de sucesos.
En total, 143 vehículos de emergencias entre ambulancias y camiones de Bomberos fueron enviados al lugar junto con 848 profesionales rescatistas. Según la agencia coreana Yonhap, estos efectivos llevaron a cabo el trabajo de búsqueda de cuerpos durante horas.
Cuando llegaron, destacaron la "dificultad para respirar" que experimentaron y tuvieron que practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar nada más trasladar los cuerpos a la carretera principal. Tal era el volumen de víctimas que amigos y ciudadanos también trataron de reanimarlos.
El incidente ocurrió por la noche, cuando una multitud se reunió en un estrecho callejón de unos cuatro metros de ancho, una cuesta abajo al lado del Hotel Hamilton, en el centro de Itaewon.
Un testigo presencial citado por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap, ha explicado que la gente comenzó a salir cerca de las 10.30 horas y diez minutos más tarde "todo el mundo comenzó a caer de repente y la gente que quedó abajo fue aplastada". Otras personas presentes han descrito que las personas quedaban amontonadas en "capas" de hasta cinco y seis niveles.
"A las 22.46 horas del 29 de octubre ha habido un accidente por amontonamiento en cerca del Hotel Hamilton", hizo saber en su primera valoración la Oficina Central de Desastres y Seguridad del Ministerio del Interior surcoreano, después de que los servicios de emergencia recibieran al menos 81 llamadas de aviso desde la zona del Hotel Hamilton por dificultades respiratorias desde las 23.30 horas.
Como consecuencia, según el último balance publicado el domingo por el Ministerio de Seguridad pública del país, 153 personas han muerto y 133 han resultado heridas, casi 40 de ellas de gravedad. De los fallecidos, 22 son extranjeros. No obstante, el número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas, porque ahora mismo hay 37 pacientes en estado grave.
En total, 45 perdieron la vida en los primeros minutos de la tragedia y sus cuerpos han sido trasladados temporalmente al gimnasio de Wonhyo y después llevados a la morgue del Hospital Universitario de Soonchunhyang, en Yongsan.
En cuanto a los heridos, fueron trasladados al Hospital Universitario de Soonchunhyang, al Centro Médico Nacional, al Hospital Universitario Femenio Ewha de Mokdong, al Hospital Gangbuk Samsung, al Hospital St. Mary de Seúl, al Hospital Universitario de Chungang, al Hospital Nacional Universitario de Seúl y al Hospital de St. Mary de Yeouido.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha anunciado un periodo de luto oficial hasta el 5 de noviembre y ha ordenado que las banderas ondeen a media asta "hasta que el accidente esté bajo control", en una intervención en el canal de televisión YTN.
"Es horrible, esta tragedia nunca debió haber sucedido. (...) Como presidente, mi responsabilidad es la seguridad de la vida de los ciudadanos, por lo que me pesa el corazón y batallo para hacer frente a este duelo", ha expresado.
Además, el presidente ha asegurado que lo más importante en este momento es determinar las causas del accidente para poder prevenir incidentes similares. "Vamos a investigar minuciosamente el caso y hacer mejoras fundamentales para que accidentes similares no tengan lugar en el futuro", ha afirmado en su intervención recogida por el diario 'Korean Times'.
Nada más conocer los hechos, Yoon ha convocado una reunión de emergencia del Centro de Gestión de Crisis de la Presidencia en Yongsan, Seúl. También el alcalde de Seúl, Oh Se Hoon, ha sido informado y regresa desde Europa tras suspender un viaje en el que tenía programado visitar cuatro países.