María del Carmen Chay mató a su marido, Francisco Ventura, el pasado 12 de octubre en Guatemala después de que este vertiera líquido hirviendo sobre su bebé recién nacido para lastimar a María. Durante cinco años la mujer sufrió abuso físico, sexual, psicológico y económico por el esposo.
María del Carmen se encontraba trabajando en la Plaza Barrios, en la capital del país, vendiendo elotes cuando su marido lanzó una olla de atole (líquido producto de la cocción dulce de maíz en agua) al bebe recién nacido que se encontraba junto a sus hermanas. Según informa la abogada defensora en la audiencia de primera declaración, la mujer “enfrentó al agresor para salvar su vida, la de sus hijas e hijo”.
María agarró uno de los cuchillos que estaban siendo utilizados por ella para cortar los limones y provocó dos heridas mortales a Francisco, en el tórax y en el cuello. Chay fue acusada y detenida por el parricidio a su esposo según indica el diario El Siglo de Torreón. No obstante, fue puesta en libertad tras justificare por las autoridades bajo el derecho a legítima defensa.
Durante el proceso legal, el Colectivo Artesana, que aboga por los derechos de mujeres y niños entre otras cosas, acompañó a la acusada hasta que fue puesta en libertad. Según informa el diario La Hora, el caso fue cerrado por falta de mérito con enfoque de género.
Durante el juicio se conocieron más datos sobre esta mujer y su marido. Destacaron la forma en que María del Carmen era “la única que trabajaba para sostener el hogar y alimentar a sus hijos” y de cómo su marido “le quitaba el dinero de su venta para tomar bebidas alcohólicas”, expone la abogada.
El bebé tuvo que ser hospitalizado por más de 13 días y, actualmente, se encuentra en proceso de recuperación dada la gravedad de las lesiones ocasionadas por su padre.