La desaparición de Gabriela Olga Sevilla Torello, una joven peruana de 30 años, hizo que la población del país saliese a la calle y denunciase la inseguridad que sufren, especialmente, las mujeres.
Sin embargo, más de un día después la encontraron y no está claro qué ocurrió en esas horas ni si, como ella misma asegura, alguna vez estuvo embarazada. Esto es lo se sabe del caso.
El miércoles 19 de octubre, a las 19:20 horas, Gabriela Olga Sevilla Torello salió de su casa en Surco para acudir a un hospital ya que, según aseguró un día después su madre, Rita Torello, había roto aguas y estaba de parto.
De acuerdo con la denuncia que esta presentó el jueves en comisaría, su hija cogió un taxi de la aplicación Beat y envió una foto borrosa del conductor como prueba, pero nunca llegó a la clínica, según publica el diario La República de Perú.
Comenzó entonces una búsqueda intensa para dar con el paradero de la joven y los vecinos organizaron la noche del jueves una vigilia por Gabriela Olga Sevilla. “Por favor, que me devuelvan a mi hija y a mi primera nieta, que se va a llamar Martina. Mi corazón está partido en dos”, pedía la madre.
En paralelo, las redes se llenaron de mensajes de otras mujeres que expresaban su terror al salir a la calle ya que según la Defensoría del Pueblo solo en 2021 desaparecieron más de 5 900.
Por su parte, la empresa del supuesto taxi que cogió Gabriela Olga Sevilla emitió un comunicado desmintiendo la versión de la familia de la joven: “No habían identificado ningún viaje solicitado desde la cuenta de Gabriela ni tampoco de su pareja” en el trayecto y hora señalados.
Por otro lado, una vecina de la joven aportó la grabación de la cámara de seguridad de su casa en la que se ve, también de forma borrosa, a una mujer que abre la puerta y se dirige hacia el aparcamiento del complejo de viviendas con un teléfono móvil en la mano. Minutos después, la misma mujer vuelve con un hombre y salen con una maleta.
Más de un día después de su desaparición, a las 6:30 horas del viernes Manuel Lozada, jefe de la Región Policial Lima, confirmó que Sevilla apareció en el Hospital Militar, ubicado en Jesús María, a donde había sido trasladada por sus familiares desde Villa María del Triunfo de madrugada. Sin embargo, no había rastro de Martina, lo que indignó aún más a la población que comenzó, entonces, la búsqueda de la bebé.
Además, la Policía dijo que Gabriela Olga Sevilla Torello presentaba contusiones, había sido intoxicada y se encontrada en estado de shock.
Se activaron los protocolos de Migraciones para que ningún bebé saliera por la frontera. “Vamos a disponer de todos nuestros esfuerzos”, indicó la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Claudia Dávila.
Pero a mediodía todo cambió. El ministro del Interior, Willy Huerta, afirmó que Gabriela Sevilla Torello nunca había estado embarazada y la Fiscalía lo ratificó: “La joven reportada como desaparecida no presenta signos clínicos de gestación, parto reciente ni antiguo; aunque sí muestra lesiones traumáticas corporales recientes”.
Sin embargo, la joven y su familia desmienten la versión de las autoridades. Nada más salir del hospital, su padre Samuel Sevilla dijo que el “ministro del Interior está equivocado y mal informado”.
Poco después la misma Gabriela Olga Sevilla defendió su versión: “Los exámenes no detectaron el embarazo. Los exámenes de sangre y orina ninguno los llegaron a hacer. A mí me gustaría que me hagan los exámenes completos antes de lanzar un comunicado de esta manera", sostuvo la joven en declaraciones a la prensa”.