El Gobierno de Rusia ha acusado este jueves a última hora a las tropas ucranianas de haber matado a cuatro personas y de herir a otras diez tras haber lanzado presuntamente un bombardeo sobre el puente Antonovsky, en la ciudad de Jersón, en el este del país.
"Como resultado del bombardeo de terroristas del Ejército de (el presidente de Ucrania, Volodimir) Zelenski en Jersón, tres personas han muerto, entre ellas hay niños, y diez civiles han resultado heridos", ha informado, en un primer momento, el gobernador ruso de la región ocupada de Jersón, Vladimir Rogov, en su canal de Telegram.
Pocas horas después, el subjefe de la Administración militar civil de Jersón, Kirill Stremousov, ha aumentado a cuatro el número total de personas muertas, y ha matizado las palabras de Rogov, sosteniendo que ningún niño había muerto tras el ataque.
Asimismo, ha relatado que las vidas de los heridos no corren peligro en este momento, según ha explicado en su canal de Telegram.
Con todo, Ucrania habría lanzado 12 misiles, de los cuales 11 habrían sido derribados por la defensa aérea rusa. El ataque habría afectado también a 12 vehículos que se encontraban en los alrededores del puente, según ha recogido la agencia TASS.
El puente de Antonovsky es una de las principales rutas de suministro para Rusia en el sur de Ucrania, motivo por el que las Fuerzas Armadas ucranianias tendrían interés en derribar la infraestructura, como hicieron con el puente de Kerch en Crimea.
No es la primera vez que el Ejército ucraniano ataca dicho puente, puesto que el pasado 19 de julio las tropas rusas anunciaron que la plataforma había sido gravemente dañada tras un ataque de Ucrania.