“El día del misil”. Así llamaba en redes a este lunes el periodista ucraniano especializado en temas de defensa Illia Ponomarenko.
Desde el Ministerio de Defensa de Ucrania hablaban de un ataque en el que Rusia lanzaba un total de 75 misiles. Los objetivos del ataque, según aclaraba el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, eran infraestructuras energéticas y la población civil de buena parte del país. Por eso, Zelenski pedía a la población permanecer todo el día en los refugios antiaéreos y avisaba de apagones temporales como consecuencia de este ataque.
En uno de sus mensajes, Zelenski también daba cuenta cómo 38 de los misiles y drones suicidas rusos fueron interceptados por las defensas antiaéreas ucranianas. Éstas incluyen exitosas interceptaciones como esa que compartía en redes Ponomarenko de soldado ucraniano usando lo que parece ser un sistema de defensa aérea portátil.
“Algunos de esos sistemas están equipados con sensores infrarrojos, por lo que detectan el calor. Los proyectiles que lanzan pueden volar más rápido que algunos de los misiles de cruceros rusos”, explica a NIUS Rafael Loss, experto en cuestiones militares de la oficina de Berlín del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés), un think tank europeista. “O sea que si estás en el lugar correcto en el momento adecuado, un poco por detrás del misil, puedes tratar de lanzar el misil que lo intercepte. Eso es lo que hemos visto en algunos vídeos”, añade.
No obstante, este lunes sólo se pudo evitar parte del rastro de muerte y destrucción que dejaron las bombas rusas en Ucrania. Pronto, sin embargo, la protección del cielo ucraniano será mayor que la actual, según invitaba a pensar este lunes la ministra de Defensa de Alemania, la socialdemócrata Christine Lambrecht.
Una de sus reacciones a los ataques rusos contra las infraestructuras y población ucraniana de este lunes fue recordar en un comunicado que “en los próximos días llegará el primero de los cuatro altamente modernos sistemas de defensa antiaérea IRIS-T SLM para proteger a la gente en Ucrania”.
“Los recientes ataques con misiles contra Kiev y otras muchas ciudades ucranianas dejan claro lo importante que es un rápido envío de sistemas de defensa antiaérea a Ucrania”, señalaba la ministra de Defensa del canciller alemán, Olaf Scholz.
El propio Scholz fue el que presentó el pasado mes de junio las intenciones de Alemania de enviar el sistema IRIS-T SLM. Tras la próxima llegada del primero de esos sistemas, según apuntan en el Ministerio de Defensa de Alemania, otros IRIS-T SLM llegarán en 2023.
Descrito en principio como un sistema de defensa contra la “aviación rusa”, en una fase de la guerra en la que el temor a que Rusia lograra en Ucrania superioridad aérea, esos sistemas también pueden ser de gran utilidad a Ucrania contra ataques con misiles de crucero y drones como los sufridos este lunes en Ucrania.
No en vano, el IRIS T-SLM es, según lo llamaba en su momento el diario Die Welt, un “super sistema de misiles”. Cada unidad de estos sistemas está valorada en 140 millones de euros.
Fabricado por la sección de defensa empresa tecnológica Diehl, el IRIS T-SLM es tan moderno que fue probado por primera vez en público en 2014. “Ni siquiera las Fuerzas Armadas de Alemania disponen aún de este nuevo sistema”, que es capaz de asegurar “el espacio aéreo de una ciudad de tamaño medio”, han apuntado desde el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Con total seguridad se puede decir que serán los militares ucranianos los que primero usarán este sistema. Lo compone un paquete formado por sistemas de lanzamiento de misiles, un radar y una unidad de comando.
“Con estos sistemas los ucranianos van a ser capaces de interceptar misiles rusos a mayores distancias y mayores alturas”, señala Loss, el experto en cuestiones militares del ECFR. “Con ellos, la probabilidad que se tiene de interceptar los misiles rusos, especialmente los más antiguos. Para Ucrania será un salto cualitativo”, abunda.
Desde el Ministerio de Defensa alemán recuerdan que el sistema IRIS-T SLM es capaz de alcanzar misiles que vuelen a una altura de hasta 20 kilómetros y que se encuentren a una distancia de 40 hasta kilómetros.
Que hayan hecho falta cuatro meses para que pueda pensarse en la llegada a Ucrania de estos sistemas es algo que se debe a la necesidad de formar a los militares que han de operar los IRIS-T SLM. La ministra de Defensa de Alemania ha podido visitar el entrenamiento en suelo germano de los responsables del Ejército ucraniano que usarán el primer IRIS-T SLM en su país frente al ejército invasor ruso.
La propia Lambrecht traía a colación lo cerca que estaban de llegar a Ucrania estos sistemas en su reciente visita a suelo ucraniano. Dicha visita estuvo marcada por su necesidad de refugiarse en un búnker junto a su homólogo ucraniano, Oleksi Reznikov, debido a una alarma de ataque aéreo. En la prensa trascendería que Reznikov solicitó a Lambrecht, entre otras cosas, misiles anti-buque.
Por lo pronto, Alemania ha hecho un particular esfuerzo en el envío de sistema de defensa antiaérea. Una treintena de sistemas Gepard ya están en uso en el país atacado por Rusia. Se estima que el Gobierno alemán ha enviado a Ucrania armas por valor de 734 millones de euros.
La llegada de los sistemas IRIS-T SLM hará aumentar esas valoraciones, aunque, según Loss, “si bien esos sistemas suponen una gran contribución de Alemania, porque van a aumentar las defensas antiaéreas ucranianas, tratar de interceptar la mayor cantidad de misiles no va a permitir a Ucrania ganar la guerra y recuperar el territorio que sigue invadido”.
Además, “Alemania tiene que moverse en lo que respecta a los Leopards”, apunta este experto, aludiendo a los avanzados tanques que el Gobierno de Scholz, de momento, se niega a enviar como apoyo al Ejército de Ucrania.
Dicen Scholz y compañía que mandar Leopards al frente supondría una “escalada” en la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania. Sin embargo, este lunes, tras los ataques por aire lanzados por la Rusia de Vladimir Putin contra el territorio ucraniano, no son pocas las capitales europeas en las que se habla de “escalada” rusa. En el comunicado de Lambrecht de este lunes también se habla de “escalada inaceptable”.