Rusia no cesa en su espiral de destrucción en territorio ucraniano. Lejos de cualquier retroceso en su iniciativa tras los últimos reveses sufridos en la batalla, Vladímir Putin ha consumado en las últimas horas su venganza tras la explosión del puente de Crimea; un hecho que atribuyó a los de Zelensky y ante el que ahora ha respondido con un bombardeo en el corazón de Kiev y en otros puntos del país.
Concretamente, lanzando un ataque masivo, las fuerzas del Kremlin ha lanzado una lluvia de misiles sobre once ciudades, entre ellas Zaporiyia, Leópolis o Nicolaiev. En la capital, Kiev, las imágenes captadas por una cámara de seguridad muestran el estremecedor momento en que uno de esos misiles impacta contra un puente peatonal. En ese momento, como recoge la grabación, algunos civiles se encontraban en el lugar, apreciándose como uno de ellos, desorientado, comienza a correr, todavía sin asimilar que ha estado a punto de morir en el ataque ruso.
Este puente, una infraestructura sin ningún valor militar, ha sido uno de los primeros objetivos de la cruel ofensiva, que es la más dura contra la capital desde que arrancase la guerra.
Descargando su furia sobre el corazón de Kiev, Rusia advierte que esto no es más que “el primer episodio”, y redobla la amenaza asegurando: “Habrá otros”.
Son las palabras del expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, quien ha instado al “desmantelamiento completo del régimen político de Ucrania".
En esta línea, Medvedev considera que el Estado ucraniano, tal como está configurado actualmente, es “un régimen político nazi” que epresenta "una amenaza constante, directa y clara para Rusia".
"Además de proteger a nuestra gente y proteger las fronteras del país, el objetivo de nuestras acciones futuras, en mi opinión, debe ser el desmantelamiento completo del régimen político de Ucrania", ha insistido.
Mientras tanto, nuevamente los civiles han sido las víctimas de la cruel guerra iniciada por el Kremlin. En las calles de múltiples puntos del país, nuevamente los rostros de terror se han mezclado con la ausencia de respuestas ante tanta crueldad.
En declaraciones públicas, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, ha denunciado que Vladímir Putin intenta “infligir el mayor daño posible a la población”, dejando decenas de muertos y centenares de heridos con su nuevo ataque.
En el mismo sentido, el ministerio de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, se pronunciaba cargando contra el presidente ruso: “Múltiples misiles rusos golpean a Ucrania. La única táctica de Putin es el terror en ciudades pacíficas ucranianas, pero hará que Ucrania se derrumbe. Esta es también su respuesta a todos los apaciguadores que quieren hablar con él sobre la paz: Putin es un terrorista que habla con misiles”.