Shanti De Corte, una joven belga de 23 años, recibió en mayo la eutanasia en su país al sufrir un daño psíquico irreparable. Había sido víctima de un ataque terrorista perpetrado por el Dáesh en 2016. Desde entonces, se había intentado suicidar dos veces. En España, la ley de la eutanasia se aprobó en marzo de 2021.
Con 17 años, la joven sobrevivió al ataque terrorista que el Dáesh perpetró en un aeropuerto en el que Shanti De Corte se encontraba junto a sus compañeros de instituto. Era 2016. Murieron 32 personas y unas 300 resultaron heridas. Nunca superó el trauma que le dejaron aquellas imágenes, a pesar del tratamiento psicológico.
La joven sufrió en los años posteriores ataques de pánico y tenía miedo a salir de casa, según ha revelado esta semana su madre al medio belga VRT. Se intentó suicidar en dos ocasiones entre 2018 y 2020 y, en 2022 decidió solicitar la eutanasia, legal en Bélgica.
Tras ser evaluada por dos psiquiatras, fue aprobada su petición de la eutanasia por un daño psíquico irreversible y murió por este procedimiento el 7 de mayo de 2022. La propia Shanti habló de cómo se sentía tras el atentado. “Tomo algunos medicamentos en el desayuno. Y hasta 11 antidepresivos al día. No podría vivir sin ellos. Con todos los medicamentos que tomo, me siento como un fantasma que ya no puede sentir nada. Quizá haya otras soluciones además de los medicamentos”, llego a escribir.
La eutanasia es legal en Bélgica para quien se encuentra en “una condición médicamente inútil de sufrimiento físico o mental constante e insoportable que no puede ser aliviado, resultante de un trastorno grave e incurable causado por una enfermedad o accidente”. Era el caso de Shanti De Corte.