Las autoridades judiciales de Irán anunciaron este miércoles una investigación acerca de la muerte de una joven de 17 años en las protestas por lo sucedido con Mahsa Amini, y cuya familia denunció que las de fuerzas de seguridad enterraron el cuerpo de la menor de edad a escondidas y sin su consentimiento. Ha sido el propio fiscal de Teherán, Ali Salehi, el que anunció que investigarán el caso de Nika Shakarami, según ha apuntado el diario online 'Iran Front Page'.
Nika Shakarami es la menor de 17 años que desapareció el 20 de septiembre en Teherán, cuando participaba en las protestas por la muerte de Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo, según reveló la familia de la joven a la 'BBC'.
Durante 10 días, la familia no tuvo noticias de la joven, hasta que su cadáver apareció en una morgue de Teherán, donde las autoridades solo les dejaron ver la cara, de acuerdo con las declaraciones de la tía de la adolescente Atash Shakarami.
Según la agencia Tasnim, cercana a la Guardia Revolucionaria de Irán, la joven murió el 20 de septiembre tras caerse de un edificio y ocho hombres han sido arrestados en el caso, aunque no explicó por qué ni ofreció más detalles.
Los padres de Shakarami trasladaron el cuerpo a su ciudad natal de Khorramabad, en el oeste del país, para enterrarla.
Según la versión de la familia, las fuerzas de seguridad "robaron" el cadáver y lo enterraron en otro lugar, lo que provocó protestas en Khorramabad.
Después de que la 'BBC' hiciese pública la historia y que las redes sociales se llenasen de usuarios indignados con el caso y la muerte de la joven de solo 17 años, las autoridades anunciaron la investigación del fallecimiento de Nika.
Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años, cayó en coma horas después de haber sido detenida por supuestamente incumplir la estricta ley que exige a las mujeres cubrir su cabello con un velo o hiyab. A ella le acusaron de llevar mal puesto el velo. Murió en el hospital tres días después.
Las protestas provocadas por su muerte, encabezadas principalmente por mujeres, comenzaron con demandas para poner fin a las leyes obligatorias sobre el hiyab.
Ahora, se han extendido a todo el país y se han convertido en las más graves revueltas en la historia reciente de Irán. Sin embargo, cada día se conocen nuevos casos de detenciones y muertes arbitrarias de mujeres en el país.
Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre tras ser detenida por la llamada Policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.
Desde entonces se han sucedido unas protestas que han causado 41 muertos, de acuerdo a un recuento de la televisión estatal iraní de la semana pasada, cifra que la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva a 92.