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La revolución de las iraníes contra el velo y las retrógradas leyes de su régimen se extiende y se contagia a Occidente, donde numerosas mujeres se están cortando mechones de pelo para apoyar su valentía. La muerte de una joven cuando estaba bajo custodia policial por llevar mal colocado el velo ha provocado una oleada de protestas en Irán, cuya juventud está más distanciada que nunca del régimen. Decenas de mujeres se han atrevido a descubrir el velo de sus cabezas en solidaridad con Mahsa Amini, de 22 años -una conducta penada por las leyes iraníes-, que falleció de un ataque cardiaco después de haber entrado en coma el pasado viernes. La policía iraní se refirió a su muerte como un “incidente desafortunado”. La familia de la joven no se cree la versión oficial del ataque al corazón, porque la muchacha estaba sana. Y las mujeres se han echado a la calle. En Occidente cada vez más son más los gestos de apoyo a su causa.
Como hizo la eurodiputada sueca Abir-Al Sahlani, en la tribuna de la Eurocámara sorprendiendo ayer en en pleno parlamento europeo sacando unas tijeras alñ grito de "Vamos a estar con vosotras", mientras se cortaba el pelo. "Mujeres, vida y libertad", concluyó enérgicamente Abir Al-Sah-lani.
Por la libertad se recortaba también su melena Juliette Binoche. A la popular actriz francesa le seguía Marion Cotillard con el himno Bella Ciao en persa de fondo y varias decenas de artistas repitiendo el gesto de repudio contra la brutal represión de las protestas en Irán. El último balance arroja 154 muertos, algunos tan jóvenes como esta adolescente de 17 años. En Estados Unidos la actriz de origen iraní, Nazanin Boniadi asegura que nunca había visto un levantamiento igual en su país y pide al mundo que no abandone a esas mujeres, muchas como vemos escolares muy jóvenes, que se arman de valor y claman a gritos el fin de los ayatolás.
Según la interpretación iraní de la sharía o ley islámica, las mujeres están obligadas a cubrirse completamente el pelo y llevar ropa larga y holgada. Las infractoras se enfrentan a reprimendas públicas, multas y arrestos, pero, en los últimos años, las activistas por los derechos de la mujer han instado a las iraníes a quitarse el velo, y numerosas jóvenes han difundido imágenes y vídeos en redes sociales como Facebook con la cabeza al descubierto o bailando en la calle, otro acto penado por la ley.
En Madrid decenas de personas expresaban su apoyo con las víctimas de la represión de los Ayatolas. Hay otras formas de protesta que se están extendiendo como una marea de solidaridad por todo el mundo como la de cortarse el pelo.