Uno de los jóvenes soldados que custodiaron el ataúd de la reina Isabel II fue Jack Burnell-Williams, de 18 años. Había superado muchos obstáculos para poder ingresar al ejército de élite, el segundo más antiguo del Reino Unido. Su historia llegó a su cumbre cuando fue uno de los encargados de esa histórica custodia, pero lamentablemente fue hallado sin vida el pasado miércoles 28 de septiembre en el cuartel, en Hyde Park Barracks.
Un portavoz del Ejército informó de la noticia: “Nuestros pensamientos están con la familia y los amigos del soldado en este momento difícil y pedimos que se respete su privacidad”. Laura, su madre, compartió en su cuenta de Facebook: “Nunca pensé que estaría diciendo esto, pero nosotros como familia estamos desconsolados con el repentino fallecimiento de nuestro maravilloso hijo Jack Williams”.
El chico tuvo un rol importante el pasado 19 de septiembre (último día del funeral de la reina), en el traslado del cofre que inició en la abadía de Westminster, atravesó el palacio de Buckingham y finalizó su recorrido en Wellington Arch. En el evento, los soldados de la “Caballería Doméstica a caballo siguieron detrás del rey Carlos y otros miembros de la realeza de alto rango, incluidos el príncipe William y el príncipe Harry, mientras caminaban detrás del ataúd de la reina cuando era transportado en un carruaje de armas”.
Su novia escribió en redes sociales: “Siempre te extrañaré, mi amor. Verdaderamente desconsolada”. La hermana del joven escribió: “Superaremos esto juntos como equipo. Necesitamos hacerlo sentir tan orgulloso como él lo ha hecho con nosotros”.
Sus padres, el día de la dolorosa ceremonia de la monarquía, expresaron el orgullo que sentían por su hijo. Daniel Burnell, su padre, escribió: “Mi hijo cumple con su deber para la reina en su último viaje, estoy muy orgulloso”. Y su madre, acompañada de una foto del soldado, manifestó: “Uno de los días más orgullosos de mi vida”.