La hija de uno de los fundadores de la República Islámica de Irán, Faezeh Hashemí Rafsanyaní, y una de las principales activistas de la región, ha sido detenida durante una manifestación por "incitar a los alborotadores en los disturbios" que desde la muerte de Mahsa Amini han tomado las calles.
La detención se produjo anoche durante unas protestas en Teherán, según ha informado la agencia Tasnim. Una organización cercana a la Guardia Revolucionaria. "A pesar de sus provocaciones (Hashemí) no ha logrado sacar alborotadores a la calle".
La hija del fallecido expresidente Akbar Hashemí Rafsanyaní, quien participó activamente en la Revolución Islámica de 1979, ya ha sido detenida en otras ocasiones. Hashemí ha participado en varias manifestaciones para abogar por la separación de religión y política en el estado, así como para denunciar la falta de libertad que existe y la represión a la que somete el régimen al pueblo iraní.
La activista, de ahora 59 años, fue detenida por primera vez en 2012, acusada de realizar propaganda contra la república iraní en las protestas de 2009 en contra de la reelección como presidente del conservador Mahmud Ahmadineyad. Delito por el que tuvo que pasar seis meses en prisión. Posteriormente, también fue encarcelada durante seis meses en 2017 por criticar a la Guardia Revolucionaria y al Poder Judicial. Mismos cargos por los que se le ha denunciado en julio de este mismo año por hacer "propaganda contra la República Islámica" por unos comentarios sobre ese cuerpo militar.
Al igual que Hashemí, un cada vez más numerosos grupo de activistas y periodistas han sido detenidos desde la muerte de Amini. La joven fue detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo obligatorio el viernes 16. El asesinato, enfureció a la población que ha organizado desde entonces fuertes protestas en el país en las que se pide más libertad. El Comité para la Protección de Periodistas indicó que 23 informadores han sido detenidos hasta ahora.
A ello, se suman activistas como Maryam Karimbeigi, Golrokh Iriyaei o Hossein Ronaghi, que publicaban informaciones y vídeos de las protestas en redes sociales. Además, también han sido encarcelados abogados, que únicamente defendían a sus clientes que habían sido detenidos en las movilizaciones.
Las protestas se han repetido durante 12 noches, pero en las últimas jornadas han perdido fuerza, debido a la represión policial y las restricciones de internet. La televisión estatal iraní afirmó hace tres días que 41 personas han fallecido, pero matizó que se trata de un recuento propio y no de cifras oficiales.