A prisión por fingir haber sido secuestrada y torturada para irse dos semanas con su exnovio

  • Una mujer ha sido condenada a un año y medio de cárcel por haber fingido su secuestro en California

  • La mujer estuvo dos semanas desaparecida y aseguró que había sido secuestrada y torturada

  • Gracias a una prueba de ADN se ha descubierto que estuvo en casa de su exnovio

Sherri Papini, una mujer de 40 años, deberá ir a prisión por engañar a las autoridades y a toda su familia fingiendo un secuestro para poder estar con su expareja. No es la primera vez que ocurre algo así, en España, una joven fue detenida acusada de fingir su secuestro para llamar la atención de un amigo.

Los hechos ocurrieron en el año 2016 pero no ha sido hasta ahora cuando ha salido la sentencia sobre lo ocurrido. La mujer fue reportada como desaparecida en noviembre de ese año en Shasta, California.

Su marido e hijos denunciaron su desaparición y las autoridades comenzaron una investigación. Sherri había salido a correr por su vecindario y no había vuelto, por lo que saltaron todas las alarmas.

La mujer aseguró que había sido secuestrada y torturada

Después de dos semanas de intensas búsquedas, la mujer fue encontrada sola y herida en una carretera a más de 200 kilómetros de su casa. En ese momento la mujer declaró que había sido secuestrada y torturada por dos mujeres hispanas.

Las autoridades comenzaron a investigar lo ocurrido y se comenzó a buscar a las responsables del secuestro, e incluso el FBI llegó a incorporarse a la búsqueda.

La supuesta víctima del secuestro recibió además una compensación de 30.000 dólares por parte del Estado en concepto de reparación por los perjuicios que habría sufrido. La localidad donde ocurrieron los hechos, Shasta, gastó hasta 300.000 dólares en las pesquisas para tratar de localizar a los criminales.

Su exnovio confesó que había pasado las semanas con él

No fue hasta cuatro años más tarde cuando se descubrió la verdad de lo ocurrido. El pasado 2020 las autoridades descubrieron, gracias a una prueba de ADN, que la mujer había pasado las dos semanas que supuestamente estuvo secuestrada en casa de su exnovio.

El hombre admitió lo ocurrido y aseguró que la mujer había llegado a su casa diciendo que huía de una relación abusiva. Fue la propia mujer la que se hizo las heridas a sí misma para hacer creer que había sido torturada.

Una vez que se conocieron todas las pruebas, la mujer admitió ante los tribunales su engaño. "Planeó y ejecutó un sofisticado engaño de secuestro, y luego continuó perpetuando sus falsas declaraciones durante años", explicó uno de los fiscales, según recoge El Comercio.

Tras las evidencias, el juez ha decretado que Sherri sea condenada a un año y medio de prisión. Además, después tendrá que estar 36 meses en libertad vigilada y deberá pagar una indemnización de 310 mil dólares.