Los hombres rusos que tratan de escapar de la movilización militar parcial anunciada por el presidente Vladímir Putin cada vez encuentran menos alternativas. Salir del país en avión es una tarea bastante complicada y protestar contra el reclutamiento es enfrentarse a varios años de cárcel. Ante este escenario, en un último intento por evitar ir a la guerra, muchos han comenzado a casarse y a cuidar a personas mayores.
Son muchos los ciudadanos que investigan los vacíos legales y lagunas que impidan su ingreso en el frente de guerra. El líder del Kremlin anunció el reclutamiento de 300.000 nuevos reservistas, pero varios informes apuntan a que las cifras podrían ser de hasta un millón de soldados para el próximo año. Los rusos que no quieren ser alistados contactan con familiares, para saber si pueden prestarle cuidado, o amistades, para saber si pueden concertar un matrimonio, recogen medios como 'The Sun'.
Organizaciones de la región de Siberia, como 'SibReal', han asegurado que las oficinas de registro de matrimonios estaban "llenas" en la república de Buriatia, en el este de Rusia, uno de los puntos donde más se está reclutando. "Todos se casan o solicitan conseguir la paternidad", han explicado fuentes del lugar. Muchas parejas que no contemplaban casarse a corto plazo también están celebrando bodas de forma apresurada para evitar alistamientos.
La población está muy confusa. Algunos reportes recientes indican que solo los hombres "con tres hijos o más no serán movilizados", aunque este dato está por confirmar. Hay historias de todo tipo y personas que, pese al intento de escapar, no lo consiguen. Los rusos que no quieren ir a la guerra siguen presionando contra las directrices del Kremlin, que no le tiembla la mano en mandar al conflicto a los detenidos en las protestas en el país. Según han explicado, esto no va contra la ley que contemplan.