La movilización militar parcial anunciada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha hecho que los ciudadanos comiencen a buscar en masa la forma de abandonar el país. Los varones jóvenes en edad de combatir han sido los primeros en intentar comprar un vuelo a alguno de los países que permiten entrar sin visado, aunque las mujeres también tratan de huir ante lo que se avecina. Verina, de 23 años, ya relató en Informativos Telecinco al inicio de la invasión cómo se sentía y cuáles eran las primeras consecuencias del conflicto. Ahora, la joven rusa asegura que ha tratado de salir y no ha podido. Tiene el presentimiento de que va a "suceder algo malo".
Verina asegura que "ayer estaba llorando por la situación de la movilización militar". Muchos de sus amigos, de su edad, y familiares de los mismos, están recibiendo la notificación de alistarse y, según explica, no hacerlo conlleva pena de cárcel. Además, la población no puede protestar, las manifestaciones en contra de las directrices del Kremlin están prohibidas: en caso de participar, los manifestantes pueden enfrentarse a hasta 15 años de prisión. Los jóvenes "están muy confundidos y no entienden nada", como el resto de la población. Algunos incluso se han escondido en bosques en un último intento de evitar ir al frente de guerra. "Todos temen que se cierre la frontera para los hombres", apunta la joven, que necesita tiempo para asimilar lo que ocurre.
Ella vive en una de las ciudades con más habitantes de Rusia y asegura que hay mucha tensión. "Lo siento mucho por ellos. Tengo suerte de ser chica", señala en referencia al alistamiento de los hombres que, según reportes locales, es incluso forzado. El mayor temor de las familias que rechazan la medida del Kremlin, aunque sea en silencio, es que el reclutamiento sea mucho mayor al anunciado -de 300.000 nuevos reservistas-. Verina, al igual que muchos ciudadanos, como decíamos, ha tratado de abandonar el país. Sin embargo, en su destino le han denegado el visado, alegando, según apunta, "razones incomprensibles". Por ahora no encuentra alternativas.
"Todos los vuelos a los países que permiten entrar sin visado están agotados", subraya la joven, atemorizada y nerviosa por la situación en su país. Cree que tendrá que esperar al fin del conflicto para salir y no sabe qué puede ocurrir. Verina, con un nombre ficticio para proteger su identidad por temor a las represalias, ha vivido las consecuencias que ha tenido Rusia desde el inicio de la guerra. Su empresa sufrió numerosos despidos por la falta de suministro, tuvo que cambiar de trabajo y numerosos detalles de su día a día han ido cambiando, incluso los restaurantes en los que comía o los productos que consumía, por la huida de las franquicias. Tras más de 200 días de contienda, la escalada nuclear en el conflicto causa pavor en el planeta.
En una entrevista también en este medio, Manuel Gazapo-Lapayese, doctor en relaciones internacionales, ha explicado que los ciudadanos de Rusia que intentan salir ahora lo van a tener muy difícil, porque sus visados no serán aceptados en casi ningún país y no podrán disponer de su dinero porque la mayoría de bancos rusos están bloqueados en el extranjero. Muchos jóvenes, según cuenta Verina, esperan nuevas medidas en algunos países para solicitar asilo político.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha apelado a los ciudadanos rusos a que protesten contra la movilización militar, o a que, de lo contrario, se rindan al "cautiverio ucraniano". El mandatario asegura que conoce el estado de ánimo que hay en numerosas regiones del país. "Entienden que simplemente han sido arrastrados hacia la muerte", ha declarado respecto a los reservistas alistados. Asegura que estos tienen la elección de morir, vivir, quedar lisiados o permanecer saludables. "Para las mujeres, la opción es perder para siempre a sus esposos, hijos, nietos y amigos, o tratar de protegerlos de la muerte, de la guerra y de una sola persona (Vladímir Putin)", ha sentenciado.