El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha pronunciado este miércoles un discurso oficial sobre lo que, por primera vez, ha llamado "guerra" en el país vecino, Ucrania. El líder del Kremlin ha anunciado una movilización militar parcial para afrontar la contraofensiva de Kiev y ha advertido a Occidente con su armamento nuclear. Según Judi James, experta en lenguaje corporal, el mandatario mostró pistas alarmantes de que está "determinado" a cumplir su amenaza, ya que se "golpeó el pecho". Como bien advirtió el dirigente, sus palabras no son "un farol".
Judi James, según ha explicado en 'The Sun', afirma que el presidente ruso mostró signos de "urgencia" cuando reveló sus planes de enviar 300.000 soldados más al frente. La mirada del dirigente, apunta la experta, era de "disgusto", algo que podría ser una referencia a las bajas que ha sufrido su Ejército desde el inicio del conflicto. No obstante, al inicio del discurso y hablar sobre la guerra, tenía una "mirada dura", "enseñó los dientes", hizo un "gesto de cortar" y "se inclinó hacia adelante", en un intento de mostrar "determinación".
El lenguaje coporal de Vladímir Putin en su discurso le mostró "enfático, molesto y muy dominante". El mandatario, al asegurar que tenía "muchas armas" y que estaba preparado para usarlas, presentó signos que se pueden leer: "Su nariz y sus labios se arrugaron en microgestos de disgusto. Su encogimiento de hombros sugiere una falta de elección y cuando habla de respuestas nucleares, su estado visual se intensifica, la mandibula inferior parece sobresalir, mostrando los dientes inferiores a menudo. Un gesto de ira y determinación. Quería asustar e intimidar".
Mientras tanto, fuentes del Kremlin han confirmado que los médicos de Vladímir Putin corrieron a atenderle después de que sufriera "ataques de tos" y "dolores en el pecho" justo antes de su gran discurso. El mandatario, según apuntaban medios locales, enfermó momentos antes. La grabación del mensaje se retrasó 13 horas por el supuesto problema de salud. Incluso tuvo que volver a grabar, después de cuatro intentos fallidos, el que supone su primer discurso a la nación desde el inicio de la invasión en febrero.
Los médicos le aconsejaron que pospusiera el rodaje y se realizara un examen, y así se hizo. Algunos allegados del dirigente, no obstante, creen que fingió un problema de salud "para posponer la grabación y reconsiderar su decisión". "Las personas cercanas al presidente conocen su patológica indecisión y su falta de confianza a la hora de tomar decisiones, especialmente las más importantes", han subrayado en el canal de Telegram' General SVR'.