Miles de personas siguen esperando una cola kilométrica para despedir a la reina Isabel II en Westminster Hall, en Londres. Se espera que por la capilla ardiente pasen alrededor de 750.000 personas. Británicos y turistas podrán presentar sus respetos a la monarca hasta primera hora del lunes 19 de septiembre. Después, a las 11:00, hora local, será el funeral de Estado. Ya está casi todo listo para la ceremonia a la que acudirán 2.000 invitados, entre ellos 500 jefes de estado y de Gobierno.
El tiempo de espera para entrar a la capilla ardiente la reina en Westminster Hall ha disminuido nuevamente, pero aún le tomará a cualquiera en la cola al menos 19.5 horas, según las estimaciones del gobierno.
La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, se reunirá con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el domingo en Downing Street antes del funeral de la reina. El mandatario estará en Londres para asistir al funeral de Estado de la difunta monarca el lunes.
Después de cancelar partidos la semana pasada por respeto, los dos primeros partidos de este fin de semana de la Premier League guardaron un minuto de silencio por la reina antes del saque inicial. Los fanáticos de los cuatro equipos que jugaron en Birmingham y Nottingham esta noche observaron el silencio y luego se lanzaron a una interpretación de God Save the King.
El Servicio de Ambulancias de Londres y otras organizaciones sanitarias han atendido al menos a 435 personas mientras estaban en la cola para acceder a la capilla ardiente de la reina Isabel II en el Palacio de Westminster.
Según ha detallado el Servicio Nacional de Salud, la mayoría de los casos han estado relacionados con desmayos y algunas lesiones en la cabeza, producidas como consecuencia.
Así, el Servicio de Ambulancias de Londres ha recordado a quienes se pongan en la fila la importancia de llevar consigo medicamentos para dolores de cabeza o musculares y ropa adecuada para las cambiantes condiciones meteorológicas de Londres. Empleados del servicio médico han reconocido que en los próximos días es probable que aumente la demanda de sus servicios, con lo que han reforzado su personal con otros 300 empleados adicionales, especialmente para el día del funeral, el lunes.
Los hijos de la reina han terminado de celebrar su vigilia junto a su féretro en Westminster Hall. Sus nietos realizarán una vigilia similar el sábado por la noche.
Los hijos de la reina, como ya hicieran en la Catedral de St. Giles de Edimburgo, han celebrado una vigilia en Westminster Hall. El rey Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo han ocupado sus lugares alrededor del féretro de la monarca, en lo que se conoce como la Vigilia de los Príncipes. La ceremonia ha tenido una duración de unos 14 minutos. Los nietos de la reina realizarán una vigilia similar mañana por la noche. Todo mientras circulaba la gente por la fila para ver el féretro.
El rey Carlos sale del Palacio de Buckingham para la vigilia en memoria de la reina en Westminster Hall, lugar emblemático para la familia real. El resto de miembros reales se encuentran ya preparados.
El papa Francisco, que no asistirá el próximo lunes al funeral de Estado de la Reina Isabel II, rindió tributo a la monarca más longeva del Reino Unido a su "vida de servicio incesante su ejemplo de devoción al deber, su firme testimonio de fe en Jesucristo", al conocer su fallecimiento.
El Rey emérito viajará por sus propios medios a Londres para asistir al funeral de Isabel II, mientras que los Reyes y Doña Sofía volarán en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas, según confirman fuentes de Zarzuela.
Don Juan Carlos, que reside en Emiratos Árabes Unidos, ha sido invitado por la familia real británica pero el Gobierno ya había dejado claro de antemano que no formaría parte de la delegación oficial.
Durante su estancia en Londres, los Reyes se alojarán en la residencia del embajador español, José Pascual Marcos, mientras que por "razones de carácter logístico y organizativo" Doña Sofía se instalará en el mismo hotel en el que estará alojado Don Juan Carlos, han precisado las fuentes.
El príncipe Eduardo, hijo menor de la difunta reina Isabel II, ha reconocido que la familia real británica se ha visto "abrumada" por las innumerables muestras de cariño con la difunta monarca. El también conde de Wessex ha agradecido "la marea de emociones" y ha agradecido su actitud a "la gran cantidad de personas que se han esforzado por expresar su amor" a la monarca. "Hemos crecido aprendiendo a compartir a nuestros padres, especialmente a nuestra querida mamá, con la nación, sus reinos y la Commonwealth", ha reconocido el príncipe Eduardo.
El príncipe ha recordado también los "preciosos y felices" momentos que él y su familia vivieron junto a la reina, cuyo fallecimiento, reconoce, "ha dejado un vacío inimaginable" en sus vidas. "Que dios bendiga a su majestad, y que su memoria sea atesorada por mucho tiempo, incluso cuando el bastó que ha llevado durante los últimos 70 años pasa ahora a la próxima generación y a mi hermano, Carlos. Larga vida al rey", ha concluido.
Unas 435 personas han enfermado y han sido atendidas por el Servicio de Ambulancias de Londres (LAS) y otras organizaciones similares mientras estaban en la fila para ver el féretro de la reina en Westminster Hall.
La razón más común para necesitar asistencia fue desmayarse o colapsar, y algunas personas se lesionaron la cabeza. Alrededor de 40 pacientes fueron llevados al hospital, según el NHS. El LAS dice que las personas deben asegurarse de llevar cualquier medicamento regular y ropa adecuada mientras esperan en la cola.
El rey Carlos III se ha reunido con los 30 líderes religiosos en el Palacio de Buckingham y ha asegurado que tiene el "deber personal de proteger la diversidad" del Reino Unido. El monarca cree que su trabajo debe incluir "proteger el espacio para la fe en sí misma" y las valiosas diferencias por las que vive la gente.
Él dijo: "Siempre he pensado en Gran Bretaña como una 'comunidad de comunidades'. Eso me ha llevado a comprender que el soberano tiene un deber adicional, menos formalmente reconocido pero no menos diligentemente cumplido".
El tiempo de espera en la cola para entrar en la capilla ardiente de la reina Isabel II, en Westminster Hall, es de más de 24 horas. Hay cierto desconcierto y decepción entre el público, la fila, a pesar de estar abierta, puede volver a detenerse, en caso de que los oficiales lo consideren.
El rey Carlos III ya está de vuelta en el Palacio de Buckingham, en el centro de Londres, tras su visita de hoy a Gales. El monarca se reunirá con los líderes religiosos en breve, antes de la vigilia en Westminster Hall. El soberano ha llegado en helicóptero junto a Camila, la reina consorte.