Rusia ve que está perdiendo terreno en la guerra contra Ucrania y no se lo puede permitir, por ello Putin busca desesperadamente que no suceda, la última idea ha sido reclutar en las cárceles a presos a los que les ofrece la libertad si luchan, al menos, seis meses. Además, vuelve a centrarse en objetivos estratégicos como algunos pantanos, provocando inundaciones en el país. La guerra en un punto crítico en un día en el que la diplomacia vive una jornada clave.
Mientras Zelenski recibe en Kiev a la presidenta de la Comisión Europea, Putin busca en Samarcanda el apoyo del líder chino Xi Jinping. Entre otras cosas, para reconducir una guerra que sigue sin ir como él preveía.
Ante la falta de soldados en las tropas rusas, los mercenarios del grupo Wagner buscan en las cárceles a hombres para combatir en Ucrania. El reclutador les advierte: los desertores serán ejecutados y los que aguanten seis meses en el frente quedarán libres.
En las últimas horas, Rusia ha bombardeado una presa, provocando inundaciones en la localidad natal del presidente ucraniano. No era ningún objetivo militar y solo pretendían hacer daño a la población, ha lamentado Zelenski, que ha llamado salvajes a los invasores. Su alocución se retrasó anoche al verse involucrado en un accidente de tráfico. El vehículo chocó con el del presidente, el mandatario no sufrió heridas de consideración, pero el otro conductor tuvo que ser hospitalizado.