La familia real británica está de luto desde que la reina Isabel II falleciera el pasado 8 de septiembre. El rey Carlos III está realizando estos días una gira de actos y vigilias en memoria de la monarca y, durante estas ocasiones, muchos de los miembros de la realeza, incluida la princesa Ana, han aparecido en público ataviados con uniformes militares y medallas. No obstante, se sabe que muchos de ellos no han servido en el Ejército. Ante este escenario, muchos se preguntan por qué visten de esa forma.
Tras la declaración del duelo nacional (el luto será hasta siete días después del funeral de Estado, el próximo lunes), el Palacio de Buckingham reveló los detalles del código de vestimenta de la familia real. Según estas directrices, todos los miembros de la realeza debían usar uniforme militar en cinco eventos principales; el servicio de Acción de Gracias en la Catedral de St. Giles de Edimburgo; la procesión a Westminster Hall; la vigilia en la misma institución; el servicio fúnebre estatal en la Abadía de Westminster; y el entierro en la Capilla de San Jorge en Windsor.
Esta es la razón por la que algunos miembros usan uniforme militar sin haber estado en las Fuerzas Armadas. Fuera de esta ecuación quedan el príncipe Andrés, hijo de la reina, y el príncipe Enrique, nieto de la monarca: el primero de ellos fue apartado de la realeza por Isabel II tras el escándalo sexual de menores en el que se vio involucrado, mientras que el segundo renunció a sus funciones reales junto a Meghan Markle. El duque de York, no obstante, puede utilizarlo para la vigilia en Westminster Hall, a modo de excepción.
La princesa Ana, única hija de la reina, no sirvió en el Ejército. Sin embargo, tiene una serie de honores y títulos militares. Se convirtió en Almirante de la Marina Real en 2012 y en 2020 también fue nombrada General en el Ejército Británico, entre otras condecoraciones. También ha obtenido títulos relacionados con la Commonwealth y vinculados a países como Nueva Zelanda o Australia.
La princesa real vistió el uniforme naval por primera vez en la vigilia de la reina en la Catedral de St. Giles de Edimburgo. De hecho, se convirtió en la primera mujer en formar parte de la ceremonia de vigilia, ya que en el pasado solo la llevaban a cabo miembros masculinos de la familia real. La princesa Ana, por tanto, tenía motivos para usar esta vestimenta, además de por respetar el código del Palacio de Buckingham. Unas directrices que también ha seguido su hermano Eduardo, que no sirvió en el Ejército pero ha usado uniforme militar.