Se calcula que muchos ciudadanos tendrán que aguardar un día y medio en la cola para poder acceder a la capilla ardiente de la reina Isabel II, Belinda Cea, reportera de Informativos Telecinco, ha sido testigo de cómo está siendo esa espera.
La atmósfera ha sido extraordinaria, miles de británicos han aguardado durante horas, pacientemente quietos el paso del cortejo fúnebre con los restos de Isabel II.
Miles de británicos que han expresado la profunda admiración que sienten por su monarca y que hoy constatan aquí el fin de una era. Un evento que otros muchos miles de británicos más han decidido vivir en terrazas, bares, pubs o restaurantes. Poco dados a mostrar sus emociones son muchos los que se sienten más aliviados entre amigos.
Londres ha llorado a su reina y la ha acompañado en su viaje que ha sido también un recorrido por la memoria colectiva del país, pero la ciudad en este día soleado, casi regalado, aunque está algo más huérfana, recupera el pulso frenético de una capital que vive también con ilusión y entusiasmo los retos en la sucesión de la corona británica.